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Cuentos cortos y ChatGPT

Le solicité a ChatGPT que elaborara un cuento corto que aludiera a un pañuelo que seca lágrimas y una servilleta que limpia la boca. La IA produjo esto: El pañuelo y la servilleta.

Había una vez un pañuelo muy especial, hecho de suave algodón blanco y bordado con hermosas flores rosadas. Su función era muy importante, ya que se dedicaba a secar las lágrimas de aquellos que lloraban.

Un día, mientras el pañuelo estaba en su cajón esperando su próximo uso, una servilleta entró en la habitación. La servilleta, hecha de papel y con un diseño de cuadros rojos, se dedicaba a limpiar la boca de las personas después de comer.

“¡Hola!” dijo el pañuelo, “¡no te había visto antes! ¿Eres nueva aquí?”

“Sí”, respondió la servilleta, “acabo de llegar a esta casa. Me dijeron que mi trabajo aquí es ayudar a limpiar la boca de las personas después de comer. ¿Y tú?”

“Bueno, mi trabajo es un poco diferente”, explicó el pañuelo. “Soy un pañuelo de lágrimas. Ayudo a secar las lágrimas de las personas cuando lloran”.

“Oh, eso suena triste”, dijo la servilleta. “No me gusta ver a la gente triste”.

“Sí, a veces es difícil”, admitió el pañuelo. “Pero es un trabajo importante. ¿Quieres saber algo interesante sobre mí?”

“Por supuesto”, respondió la servilleta.

“Bueno, cuando se trata de lágrimas, no importa si son de felicidad o de tristeza. Mi trabajo es secarlas todas”, dijo el pañuelo con orgullo.

“¡Eso es muy interesante!”, exclamó la servilleta. “Yo sólo limpio la boca después de las comidas”.

“Bueno, tú también tienes un trabajo importante”, dijo el pañuelo. “Sin ti, las personas tendrán que limpiar sus propias bocas después de comer”.

“Supongo que tienes razón”, dijo la servilleta. “Pero todavía me gusta tu trabajo más. Ayudas a hacer que las personas se sientan mejor cuando están tristes”.

“Sí, es un trabajo importante”, dijo el pañuelo. “Pero también es importante limpiar las manchas de comida de la ropa de las personas”.

“¡Tienes razón!”, dijo la servilleta.

“También puedo ayudar a mantener a la gente limpia y presentable”.

A partir de ese día, el pañuelo y la servilleta se hicieron buenos amigos y pasaron mucho tiempo juntos en el cajón. Aunque sus trabajos eran diferentes, sabían que ambos eran importantes y que ayudaban a hacer la vida un poco más fácil para las personas.