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Bancos, voluntad o voluntariedad

Algunos bancos deciden libremente y son responsables de sus actos, y la responsabilidad está relacionada con dos grandes potestades de la mente humana; el intelecto que les permite razonar lo que deciden hacer con los ahorrantes y la voluntad que es la capacidad de elegir lo que consideran “racionalmente” lo más conveniente u otra cosa menos conveniente. Eligen de forma deliberada y libre. Entonces son responsables de sus actos algunos de aquellos bancos que, en la pandemia, han cobran intereses sobre intereses a las deudas de personas que perdieron sus empleos y otros que no encuentran salidas para levantarse con sus familias de la pérdida de sus casas y hasta del sustento. Algunos bancos en su responsabilidad personal no tienen voluntad sino voluntariedad porque actúan de modo deliberado y libre, y aún sabiendo que más del 85% del capital de los bancos son aportes de sus ahorrantes, sabiendo que la sangre del sistema financiero es el dinero es de sus clientes, estos no gozan de parte de los bancos de políticas de solidaridad o promociones que verdaderamente les beneficie. Hasta el momento, los bancos han propuesto como posible ayuda en tiempo de pandemia cuatro alternativas para ayudar a sus clientes, que van desde ampliar plazos de préstamos, aumentar cuotas sumándolas a la deuda, nuevos préstamos, readecuar o refinanciar, pero todo se traduce en más costo y compromiso para el ahorrante.

En ética empresarial, hablar de responsabilidad es asumir la pregunta ¿ante quién somos responsables de nuestros actos? Las personas que rodean y la sociedad misma en general consideran a los bancos autores o cómplices de determinadas acciones, los ahorrantes esperan un comportamiento moralmente correcto, sobre todo en lo que les puede repercutir a ellos por resultar perjudicados o no considerados en momentos de pandemia. Los bancos deben razonar las bondades que ofrece el Plan Financiero de Rescate Solidario, propuesto por el Gobierno que busca beneficiar a los sectores mipymes y turismo que han sido fuertemente golpeados por la pandemia del covid-19. El plan del Gobierno da miedo al sistema financiero les manda a cumplir con el plazo de gracia otorgado por la Comisión Nacional de Bancos y Seguros, reducir las tasas de intereses en tarjetas de crédito ponerla a un 2% en lugar del 4%, reducir las tasas de intereses en préstamos en un 1%, todos beneficios para los ahorrantes y personas con deudas.