Injerencia política

Circulan en internet unos audios de supuestos dirigentes o activistas del partido Libre en los que manifiestan de forma clara y descarada que tienen planificado mandar 300 mil activistas de su partido para que voten en las internas de este 9 de marzo por Jorge Cálix. La idea es inflarlo en las urnas tal y como lo hicieron con Yani Rosenthal en el 2021, y de esa manera evitar que la verdadera expresión de los liberales se vea truncada y atropellada, pues con esa injerencia política que se define como aquella acción de intromisión, mangoneo, descaro, fisgoneo, entre otros términos. La democracia hondureña es demasiado cara, le cuesta mucho al pueblo como para que un hatajo de malos hondureños llenos de ambición desmedida, codicia y avaricia, realicen este tipo de manipulación de la voluntad popular expresada en las urnas, de una forma maliciosa y, por supuesto, que financiada solo Dios sabrá con qué clase de dinero pues mover y motivar a una cantidad de persona como la que expresan en esos audios requiere mucho dinero. Es difícil evitar este tipo de injerencias políticas pues todo ciudadano que esté en el pleno goce de sus derechos puede acudir a cualquier centro de votación a votar por quien se le antoje. Entonces la única defensa es que los movimientos liberales que de antemano ya están sabidos de esta situación giren instrucciones para que sus simpatizantes estén alerta de quienes llegan a sus centros de votación y no son vecinos de esa localidad o domicilio. Denunciar, grabar con sus celulares cualquier cantidad de personas ajenas a su centro de votación y hacer la denuncia pública ante los medios de comunicación y aquellos observadores internacionales que vengan al país precisamente a dar fe de que no hubo ningún tipo de injerencia política de ningún tipo en este proceso interno que ya todos sabemos conlleva un gasto enorme para el Estado como para que unos chabacanes le jueguen sucio al pueblo y a la patria que los vio nacer.