Ciudad del Vaticano.- El mundo y la Iglesia católica despertaron este lunes con la conmovedora noticia del fallecimiento del sumo pontífice, el papa Francisco.
Tras haber estado hospitalizado por más de 30 días debido a una neumonía bilateral, fue dado de alta el pasado 23 de marzo. Desde entonces, poco se supo sobre su estado de salud, aunque sorprendió al mundo al hacer una última aparición pública, apenas un día antes de su muerte.
Saludó brevemente desde el balcón de la basílica de San Pedro durante la misa de Pascua. Fue su último gesto ante los fieles.
A diferencia de sus antecesores, Francisco no será sepultado en el Vaticano ni en su natal Argentina. Expresó en vida su deseo de descansar en la basílica de Santa María la Mayor, en Roma.
¿El papa tenía miedo a morir?
En una entrevista concedida a Infobae, el papa Francisco habló abiertamente sobre su visión respecto al final de la vida.
Aseguró estar completamente preparado y confesó no temerle a la muerte. “Sé que va a venir”, decía, acompañando sus palabras con un leve movimiento de manos.
“Dicen que es raro tenerle miedo a la muerte. El miedo es verla venir”, comentó con una sonrisa cómplice.
Recordó que, en una ocasión en la que debió someterse a una operación riesgosa, se preparó espiritualmente. “Le pedí al Señor que no me agarre inconsciente, eso no”, afirmó, dejando ver cuál era su mayor anhelo: estar consciente al momento de su partida.
¿Qué hay después de la muerte, según Francisco?
Cuando el periodista le preguntó qué pensaba que había después de la muerte, respondió con ternura: “Debe haber una luz muy grande, una felicidad muy grande”.
Y agregó, con fe: “Es el camino al encuentro con Dios. Alguno por ahí, pertinaz, piensa que no tendrá ese camino... pero yo creo que Dios, hasta el último momento, espera y ayuda".
En los últimos días de su vida, la salud del papa Francisco se deterioró, producto de complicaciones asociadas a la bronquitis y la neumonía que lo habían aquejado semanas atrás.
