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Relleno sanitario: una isla con vegetación en Tokio

Las autoridades japonesas han construido enormes islas de la basura que producen, así evitan la contaminación y ganan territorio al mar

11.05.2019

TOKIO, JAPÓN.-Una enorme isla de basura, donde crece vegetación, las aves llegan a extender sus alas para volar con libertad y los niños de escuela conocen sobre la importancia de la limpieza, es el relleno sanitario de Tokio, Japón.

A simple vista parece parte del territorio natural de esta impresionante ciudad, pero no es así, los japoneses con su desarrollo tecnológico e infraestructura decidieron hacer el botadero de basura en la bahía de Tokio, es decir, adentro del mar.

Aquí no hay mal olor, no existe quema de desechos a cielos abiertos y la contaminación ha sido reducida a su máxima expresión. Enormes muros fundidos desde lo profundo del mar impiden que los residuos hagan contacto con el agua salada, además, en medio de la isla hay enormes lagunas para tratar el agua lluvia antes de lanzarla al océano.

Pero la cultura de limpieza es parte de la vida del pueblo nipón y para ello cada quien deposita la basura en los recipientes clasificados, incluso, en las viviendas la gente divide la basura que depositará en los carros recolectores.

Es por eso que una de las primeras impresiones que tienen los visitantes al llegan al imperio nipón es la limpieza de sus calles, el respeto a los cestos de basura y a la cultura de no lanzar los desperdicios en cualquier lugar.

El objetivo de las autoridades a cuidar el medio ambiente, y sobre todo, mantener la conciencia entre sus habitantes de contar con un país limpio. Se puede decir que es casi imposible que un niño de escuela se atreva a lanzar una bolsa de churro, de galletas o refresco a las calles. No se ve a un fumador lanzando las colillas de cigarro en la acera o que lancen desperdicios a las cuencas o bosques, que son bien cuidados.

En Japón, las personas que se quieran deshacer de un mueble, ya sea de madera o una cama, debe pagar un canon, porque es demasiado grande y el costo de descomponerlo es mucho más caro.

En Tokio en 1989 el volumen de desechos fue de 4,900,000 toneladas, pero las autoridades han buscado métodos para disminuir esa cantidad llegando a 2,750,000 toneladas en 2016. La meta es producir menos basura reciclando y reutilizando.

En Tokio la basura la hacen ceniza antes de llevarla a la isla, que tiene unas extensión de unas 1,000 hectáreas. EL HERALDO, mediante el Programa Juntos 2019, visitó este impresionante relleno sanitario, manejado por el Gobierno Metropolitano de Tokio, donde el tratamiento de la basura es algo especializado y alrededor de 300 personas se aseguran que la contaminación sea mínima.

Después de la recolección hecha por los camiones, esta llega a la planta de incineración, donde se clasifica por tipo de desecho, como combustible, de gran tamaño y la incombustible. Luego de realizar el proceso de trituración, que comienza con tractores, después los materiales se meten a una trituradora que gira entre 500 y 600 veces por minuto que convierte la basura en partículas pequeñas y luego pasa a las calderas.

En las calderas la basura se reduce unas 20 veces a su tamaño original, ya que queda en cenizas, permitiendo que el relleno tenga una vida útil más extensa.

Se estima que una máquina tritura alrededor de 600 toneladas de basura por día, pero se entierran 1,600 toneladas diarias ya que en los 23 distritos de Tokio donde habitan más de 10 millones de personas en la actualidad se produce casi medio millón de desperdicios. En la isla se han formado conos de 30 metros y en algunas partes se ha utilizado el sistema sándwich, haciendo capas de basura con tierra.

El señor Yokomori es uno de los guías del relleno sanitario, quien tiene su propia empresa y es voluntario en la planta, contó que hace 47 años no había dónde depositar la basura, ante la falta de territorio y fue allí donde decidieron hacer la isla en el mar. Ahora la visión es que dentro de unos 50 a 100 años, esta se convierta en un parque ecológico y de diversiones para niños y adultos.

En la actualidad llegan pequeños de escuelas y desde lo alto de la isla, en un mirador que construyeron, pueden gritar: “vamos a reducir la basura”. La cultura de limpieza es igual en todo Japón, ya que en Hiroshima está la planta de incineración Naka, que también está sobre el mar y es operada por 50 personas.

Foto: El Heraldo

Toda la basura que se produce en Tokio llega a esta isla que está sobre el océano Pacífico.