En la zona caliente de Bogotá se tejen a diario miles de historias, pero pocas trascienden las fronteras como aquella en la que se vieron envueltos varios agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos o un empleado de confianza del embajador de Honduras en Colombia.
En menos de un año, las prostitutas que fueron contratadas por los agentes encargados de la seguridad del presidente Barack Obama en la pasada Cumbre de las Américas y las que participaron en una orgía en la sede diplomática hondureña expusieron el nombre de Colombia en un escándalo de índole sexual.
¿Se han convertido las mujeres que recorren la zona roja de Bogotá en un paso casi obligado para quienes llegan de visita a Colombia?
Habría que preguntárselo a los exagentes del Servicio Secreto o a Jorge Arturo Mendoza, el empleado personal que traicionó la confianza del exembajador de Honduras en Colombia Carlos Humberto Rodríguez.