TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Un grupo de empleados que exigían la destitución de la titular de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf), Lizeth Coello, por despidos injustificados y abusos laborales, fueron removidos de sus cargos y nombrados en otras instituciones del Estado.
Con la determinación gubernamental se pone fin a la crisis institucional y protestas de las que fue objeto la Senaf en las últimas tres semanas, y más bien se ratificó a Coello en el cargo.
El ministro de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), José Carlos Cardona, designado como mediador en la crisis, confirmó que 38 empleados de Tegucigalpa serán trasladados a otras instituciones del Poder Ejecutivo.
Hasta el cierre de esta edición impresa, las instalaciones de la Senaf no habían sido liberadas por los empleados porque estaban esperando la firma de la ministra Coello.
Pero se confirmó que desde este viernes todo volvía a la normalidad.
En las oficinas de San Pedro Sula, otro grupo mayor a 15 empleados también serán removidos, de acuerdo a lo vertido por Cardona.
En medio de tanto, para los analistas y especialistas en derechos humanos no ven correcto que lejos de corregir el motivo por el cual se originó la crisis, se haya cedido caprichos.
“Lo que el gobierno hace es una verdadera pena. ¿Quién les ha dicho que eso es ser mediador? Ser mediador es investigar, determinar quién es el problema y desde ahí tomar decisiones”, protestó Carlos Mendoza, especialista en derechos humanos.
“Hay que respetar los derechos, eso es fundamental, pero lo que sucedió aquí fue cumplir el capricho de una ministra que fue denunciada públicamente por ciertos atropellos y no deducir responsabilidad”, agregó.
“Aquí las mediaciones se hacen sin escuchar y por salir del paso”, manifestó de su lado Javier Acevedo, miembro de derechos humanos.
