Tegucigalpa, Honduras.- Aunque la ley hondureña únicamente impide la participación política a personas con sentencias firmes, distintos sectores de la sociedad civil consideran que quienes han sido señalados por actos de corrupción o aparecen en listados internacionales deben alejarse del ámbito político por principios éticos y morales.
Analistas consultados por EL HERALDO advirtieron que la participación de figuras mencionadas en la Lista Engel —publicada por el gobierno de Estados Unidos— profundiza el descrédito de la clase política hondureña y refleja un deterioro en los estándares éticos de los partidos.
“En países donde la política está más desarrollada, estas cosas no ocurren porque las dirigencias miden el costo-beneficio de llevar personas señaladas por corrupción o conductas inmorales”, opinó el analista político Olban Valladares.
A su juicio, en Honduras se ha perdido desde hace años el concepto de ética pública.
“Lamentablemente en nuestro país hace mucho tiempo se perdió el concepto de ética y ni hablar de la moral”, añadió Valladares.
El analista también recordó que hay personas que han ocupado cargos públicos pese a tener condenas firmes, amparadas posteriormente en amnistías otorgadas por decisiones políticas.
“Aquí hay personajes que no solo aspiran al poder, sino que ya están en el poder y fueron objeto de sentencias condenatorias firmes, incluso de la Corte Suprema de Justicia. Pero con el manoseo de las leyes se les concedieron amnistías. Eso no puede ser”, expresó.
Por su parte, el analista Luis León coincidió en que quienes han sido mencionados en listados internacionales o enfrentan procesos judiciales deberían excluirse de la vida política por una razón de principios, más allá de los vacíos legales.
“La ley, tal cual, no excluye a alguien que esté mencionado en la Lista Engel o incluso que enfrente un proceso judicial. Solo impide participar como candidato a quien tenga una sentencia firme”, explicó León.
Desde una óptica ética, insistió en que los partidos no deberían considerar a estas personas como opciones viables.
“Desde la perspectiva ética y moral, claro que sí: alguien señalado por delitos de corrupción, aunque no se haya probado aún, no debería ser tomado en cuenta por los partidos políticos”, sostuvo.
Políticos señalados siguen activos
En la práctica, varios políticos señalados por corrupción siguen activos en la política hondureña.
Dos diputados actuales del partido Libertad y Refundación (Libre), Edgardo Casaña y Rasel Tomé, cuentan con sentencia firme y aún así participaron en el más reciente proceso electoral.
Del mismo modo, en el Partido Liberal, los recién nombrados coordinadores departamentales Alexander López, alcalde de El Progreso, Yoro, y Samuel García, diputado por Olancho, fueron señalados por el gobierno de Estados Unidos como actores corruptos.