Tegucigalpa, Honduras.- Los problemas en el Hospital Escuela no terminan y los más afectados siguen siendo las personas que llegan a diario en busca de atención médica.
Este martes, decenas de hondureños que llegaron al centro asistencial a donar sangre para sus familiares o amigos que están hospitalizados se encontraron con que un grupo de empleados y los colectivos del Partid Libertad y Refundación (Libre), se tomaron el acceso al banco de sangre.
La acción de acuerdo a los manifestantes se debe a que se colocó a una persona como jefa del banco de sangre; sin embargo, los empleados rechazan la decisión.
La situación provocó que muchos de los familiares de pacientes internos no pudieran donar sangre, lo que causó preocupación y otros sentimientos en algunos.
Un hombre quien viajó desde La Paz con dos personas para donar sangre para su hermano que esta hospitalizado por leucemia, con lágrimas en sus ojos lamentó la situación que causan los supuestos colectivos para la atención de los pacientes.
"Estoy triste porque mi hermano está entre la vida y la muerte, necesita que reciba la sangre; me costó conseguir los donantes y estoy preocupado por la salud de mi hermano", dijo José Vásquez.
Otros se molestaron por que no lograron dar la sangre con la que se asegura la atención para sus familiares.
Miguel Osorio, portavoz del centro asistencial manifestó que el el banco de sangre cuenta con una reserva de 500 unidades de diferentes tipos sanguíneos, con lo que se garantiza el suministro de sangre.
"A pesar del movimiento con la reserva se garantiza el suministro en áreas como la emergencia de adulto y pediátrica, en la sala de labor y parto, quirófanos y pacientes oncológicos que son los pacientes prioritarios", explicó.
Mientras que los empleados advirtieron las protestas continuarán hasta que se tomen las medidas correspondientes; agregaron que solo permitirán que ingresen los casos de emergencia.
Los familiares de los pacientes hicieron un llamado a las autoridades para que solución el problema, pues son ellos los más afectados y temen que por no donar sangre no se les dé la atención que requieren sus familiares.
