Tegucigalpa, Honduras.- El candidato a alcalde del Distrito Central por el Partido Nacional, Juan Diego Zelaya, aseguró que asumirá la alcaldía con un compromiso inusual: renunciar si en 27 meses no logra poner en funcionamiento el sistema de transporte público que incluye la reactivación del Trans 450 y la implementación del teleférico.
Durante su participación en el programa Hablemos de Política, Zelaya firmó lo que denominó un “contrato con la ciudadanía”, en el que se compromete a materializar una obra que considera clave para resolver el caos vial de Tegucigalpa.
El aspirante sostuvo que su propuesta busca reconstruir la credibilidad perdida entre los políticos y la población, planteando que la confianza solo se recuperará con acciones concretas y medibles.
“Si en 27 meses yo no lo pongo a funcionar como alcalde, yo renuncio”, afirmó, subrayando que su gestión pretende demostrar que la palabra empeñada puede tener valor en la política hondureña.
Orden y prioridades
Zelaya explicó que Tegucigalpa vive “en un estado de caos” donde las prioridades municipales se han distorsionado.
Criticó el aumento de la planilla municipal y sostuvo que los recursos que hoy se destinan a salarios políticos podrían invertirse en obras de mitigación, drenajes y vialidad.
A su juicio, la capital ha perdido el sentido de urgencia y acción que caracterizó a gestiones anteriores.
Su propuesta plantea reducir la masa salarial y redirigir los fondos a infraestructura y servicios básicos, aplicando tecnología y transparencia como herramientas de control ciudadano.
El nacionalista señaló que su plan de gobierno se basa en cinco ejes: seguridad integral, empleo y oportunidades, gestión del caos vial, agua y saneamiento, y recuperación de espacios públicos.
A través de ellos busca devolver el orden y la eficiencia al gobierno local.
El eje de su compromiso
El candidato definió la movilidad urbana como el mayor desafío de Tegucigalpa. Propone un sistema de transporte público limpio, seguro y eficiente, integrado con el teleférico y el Trans 450, una obra que considera “una deuda pendiente con los capitalinos desde hace más de una década”.
Zelaya dijo que su compromiso de renunciar en 27 meses si no cumple con la puesta en marcha del sistema busca romper con la desconfianza hacia los políticos.
“No basta decirlo, hay que firmarlo”, expresó al referirse al contrato que suscribió públicamente.
Explicó que el modelo se inspira en ciudades como Medellín y Guatemala, donde el transporte multimodal ha transformado la movilidad.
Aseguró que la obra es viable y que existen estudios y fuentes potenciales de financiamiento a través del Banco Centroamericano de Integración Económica y organismos multilaterales.
Recuperar la confianza
Para Zelaya, el principal obstáculo que enfrenta cualquier administración municipal no es solo la falta de recursos, sino la falta de confianza de los ciudadanos.
Por ello, propuso establecer una unidad municipal de transparencia y un sistema de datos abiertos que permita a la población conocer cada gasto y proyecto de la alcaldía.
Afirmó que ya firmó un acuerdo con el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) para acompañar su gestión desde el primer día. “El primer paso para resolver un problema es reconocer que existe”, dijo, comparando la política con el proceso de rehabilitación de un alcohólico: “solo se puede mejorar si se admite la enfermedad de la corrupción”.
Zelaya considera que la auditoría social y la rendición de cuentas deben ser permanentes, pues la ciudadanía exige resultados visibles y honestos.
En su visión, la transparencia será el cimiento sobre el cual construya cualquier logro municipal.
Capital digital
El aspirante nacionalista también planteó convertir a Tegucigalpa en una “capital digital”, capaz de generar oportunidades laborales para los jóvenes mediante el desarrollo tecnológico.
Argumentó que Honduras debe modernizar su sistema educativo para preparar a la juventud en habilidades globales como programación e inteligencia artificial.
Explicó que su idea es conectar a la academia, la municipalidad y el sector privado para crear un ecosistema de emprendimiento digital.
“Los jóvenes no necesitan visa para trabajar en Estados Unidos, solo necesitan una computadora, internet y una habilidad que puedan exportar”, expresó.
A través de este enfoque, Zelaya espera reducir el desempleo juvenil y promover una ciudad más moderna, interconectada y con oportunidades de crecimiento profesional.
Un llamado al voto masivo
En la recta final de la campaña, Zelaya insistió en que el voto ciudadano es la principal garantía para proteger la democracia hondureña.
Advirtió sobre los riesgos del abstencionismo y la posibilidad de intentos de fraude electoral.
Pidió a la población acudir masivamente a las urnas el 30 de noviembre y permanecer vigilante del conteo de votos.
“Voto masivo mata fraude”, reiteró, asegurando que solo la participación activa impedirá que “Honduras repita los errores de países que perdieron su democracia”.