El equipo económico de la comisión de transición del presidente electo, Juan Orlando Hernández, responsabilizó la noche del domingo, mediante un boletín de prensa, a la caótica administración de Manuel Zelaya por el descalabro financiero de Honduras.
En el escrito tildan a Zelaya de irresponsable y lo culpan por el excesivo gasto público y endeudamiento que frenaron la bonanza que alcanzó el país en el período 2002-2006, durante el gobierno de Ricardo Maduro.
Ahora, afirman, esta “bola de nieve fiscal” deberá ser enfrentada con seriedad y disciplina por parte de las autoridades entrantes. Aseguran que de 2002 a 2006 hubo un “manejo sano de las finanzas públicas”, con una inflación baja y controlada, y un tipo de cambio estable, lo que significó alcanzar la estabilidad macroeconómica en el país.
Ese logro, sumado a la aplicación de ajustes estructurales, permitieron el cumplimiento de una condición básica para impulsar un crecimiento económico sostenido combinado con un descenso pronunciado del déficit fiscal, lo que derivó en que en 2006 el crecimiento alcanzara un 6.6 por ciento del PIB.
Afirman en el documento que uno de los detonantes del inicio del notable crecimiento económico fue la política monetaria expansiva de inducir una reducción de la tasas de interés de los préstamos al sector privado, lo que a su vez se tradujo en una mayor liquidez en la economía.
Descalabro
Destacan que pese al desorden administrativo de la gestión Zelaya, el gobierno se vio obligado a aplicar medidas de equidad tributaria que no implicaron el aumento de impuestos a la población más vulnerable.
Las medidas fueron el impuesto a los dividendos y el impuesto selectivo a la importación de vehículos. Esto permitió reducir el déficit fiscal, alcanzar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la reactivación de los préstamos con los organismos multilaterales como el BID y Banco Mundial.
“A partir de 2008, inicia un desequilibrio fiscal inducido por el excesivo gasto extrapresupuestario que se convierte en el ‘pecado original’ para el descalabro actual de la finanzas públicas del país”, destacan.
Zelaya le heredó a Lobo y al pueblo una deuda flotante de 13 mil millones de lempiras, equivalente a 4.7% del PIB.
Además, de forma irresponsable, se dirigió el país sin un presupuesto aprobado.
“La generación de esta deuda ha producido lo que en lenguaje técnico se conoce como efecto ‘bola de nieve’, que ha ahogado a la administración del presidente Lobo (2010-2013) y continuará haciéndolo para la siguiente administración, por la irresponsabilidad e indisciplina de la pasada administración de Zelaya”.
La deuda interna, durante la administración Zelaya, iniciada en 2006, se triplicó con respecto al 2005, esto sin considerar la deuda flotante.
El crecimiento explosivo de la deuda interna envolvió el presupuesto fiscal de cada año en un proceso de bola de nieve.
La deuda heredada, como resultado de la bola de nieve que inicio en 2008, equivale hoy a alrededor de $4,700 millones de deuda externa y $3,000 millones de deuda interna, o sea, un 42.7% del PIB.
Afirman, además, que la indisciplinada e irresponsable administración pública y política del gobierno de Zelaya provocó la pérdida de 450 mil empleos.
El sector informal pasó de un 40 por ciento, al final de la administración Maduro, a un 55 por ciento en 2008.