Temblaba del dolor agudo que sentía en el estómago. Estaba a punto de quedar inconsciente. Deseaba sanar de inmediato. Su padecimiento era “casi la muerte, sentía que por dentro me estaban arrancando algún órgano, era terrible”. “Pensé en la muerte, temía morir”, relató aún hospitalizado Gremys René Chacón, de 31 años.
“Ese dolor me hacía casi desmayar, no podía ni pararme. Yo me acordé de los otros pacientes que murieron, eso me atormentaba”, añadió.
El paciente ha comenzado a recuperarse, según los médicos, situación que alegra a su madre, pues padeció junto a él luego de ingresarlo al hospital Santa Teresa.
Y es que mientras los médicos le atendían su madre Irma Irías, se desprendía de la angustia mediante oraciones.
La señora angustiada cerraba sus ojos y en voz baja le pedía a Dios que perdonara a su hijo y que le salvara de la muerte.
También le recordaba a su vástago sus consejos permanentes, “verdad que siempre te pido que te alejes del vicio”.
Al mismo tiempo en que le recomendaba que le pidiera a Dios por su vida. “Hijo, encomendate a Dios, pídele que te salve”.
Asistencia
El ingreso de Chacón al hospital de Comayagua se registró cerca de las 4:00 de la tarde del día jueves.
El afectado reside en la comunidad Agua Dulce, Siguatepeque. Los médicos al conocer del caso de inmediato le administraron suero para hidratarlo y comenzaron el tratamiento mediante dosis de whisky para desintoxicarlo.
De acuerdo con el entrevistado, unas tres horas después de haber sido hospitalizado comenzó a sentir que el dolor disminuia. Pero fue hasta la medianoche cuando sintió el verdadero alivio.
“Me pusieron varias bolsas de suero y eso me ayudó. También me dieron de beber alcohol, dicen los médicos que es para cortar la acción del veneno”, manifestó.
Hasta la mañana de ayer la evolución del paciente era satisfactoria, de acuerdo con el personal del centro asistencial, debido a que no mostraba dolor y su salud se comenzaba a estabilizar.
El monitoreo del enfermo continuará durante el fin de semana, según los médicos del sanatorio, debido a que antes de darle de alta, deben practicarle varios análisis.
“Le doy gracias a Dios porque el doctor que me vino a revisar hoy (ayer), me dijo que he evolucionado bien, eso me alegra a mí y a mi mamá”, concluyó.
En el hospital Santa Teresa han sido atendidos 23 pacientes desde el fin de semana anterior, fecha en que comenzaron a llegar los primeros pacientes.
Del total de enfermos que han sido ingresados, 11 fallecieron a causa de la supuesta intoxicación con metanol, un potente alcohol metílico que genera envenenamiento en quienes lo ingieren.
En caso que la persona no sea atendida de inmediato puede morir en menos de seis horas, de acuerdo con los especialistas, aunque en algunos casos pueda variar debido al organismo del paciente.
La mayoría de las víctimas mortales residían en la localidad de San Isidro.