Tegucigalpa, Honduras.- Con el propósito de analizar la situación de Honduras previo a las elecciones generales del 30 de noviembre, la Organización de los Estados Americanos (OEA) realiza este martes una sesión extraordinaria con la asistencia de varios funcionarios hondureños que exponen sus puntos de vista ante el Consejo Permanente.
Entre los asistentes se encuentran -como representantes de Honduras- el vicecanciller de la República, Gerardo Torres; el magistrado del Tribunal de Justicia Electoral (TJE), Mario Morazán; Roberto Quesada, por parte del gobierno. Además, el consejero del Consejo Nacional Electoral (CNE), Marlon Ochoa, que no acudió a la sede de la OEA y compareció vía zoom.
Transmisión en vivo:
Con un tiempo estimado de 10 minutos para disertar, uno de los primeros en recibir la palabra fue Ochoa, quien inició su mensaje asegurando que "en Honduras habrá elecciones generales el 30 de noviembre a pesar de la conspiración que se ha intentado montar contra el proceso electoral, una parte sustantiva del material electoral ya está listo para ser utilizado el día de la votación".
Ochoa amplió que el proceso avanza por buen camino, con 14 departamentos cubiertos en los que ya se ha distribuido 12,591 maletas electorales de un aproximado de más de 12 mil disponibles".
El consejero del CNE, que protagonizó varios retrasos en el cronograma electoral al no acudir a las convocatorias de la presidenta, afirmó que puede decir "ante este Consejo Permanente que el pueblo hondureño encontrará sus centros de votación abiertos, sus juntas receptoras de votos instaladas y su material disponible el día de las elecciones".
Asimismo, reiteró ante el Consejo Permanente que en su deber como consejero del CNE, entregó al Ministerio Público una USB con audios que involucrarían en un supuesto plan de fraude a la consejera Cossette López, el jefe de bancada del Partido Nacional, Tomás Zambrano y un militar no identificado.
En su disertación describió la transcripción de los audios en los que se tocan temas como la transmisión de votos, conectividad como un intento de fraude. Asimismo, señaló que se registraron fallas durante el simulacro de la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares. Finalizó su comparecencia pidiendo a los Estados miembros de la OEA, acompañamiento y observación, pero no para sustituir la voluntad soberana del pueblo, sino respaldar el derecho de la ciudadanía a votar en paz y que su voluntad sea respetada".
De su lado, el magistrado Mario Morazán en su participación denunció el desconocimiento a su investidura que ha observado el presidente del TJE, Mario Flores Urrutia, como magistrado de una corte como lo es el TJE y se ha mantenido más bien como abogado del Partido Nacional.
Morazán mostró además documentos relacionados con las convocatorias desarrolladas en el TJE por parte de Flores Urrutia, en las que asegura él no fue notificado a tiempo.
En la sesión extraordinaria se encuentran presentes representantes de países como Estados Unidos, Argentina, Ecuador, Paraguay y Antigua y Barbuda.
Intervenciones
El director del Programa para América Latina y el Caribe del Instituto Republicano Internacional (IRI), Antonio Garrastazu, criticó el accionar del oficialismo en el Congreso Nacional.
"El Congreso está operando con una comisión permanente de nueve miembros, lo que lleva a preocupaciones en cuanto a su legitimidad y sesgo", cuestionó.
Mencionó que el Tribunal de Justicia Electoral también enfrenta presiones, dos magistrados fueron echados por alegatos de mala conducta", manifestó durante la sesión.
Cerro advirtiendo que "la democracia de Honduras está en riesgo y en camino hacia la venezualización".
De su lado, Deborah Ullmer, dio algunas recomendaciones para la jornada democrática en Honduras.
Por otro lado, el embajador de Argentina, Carlos Bernardo Cherniak, cuestionó que se invitara a disertar a Marlon Ochoa, consejero del CNE, quien por su participación en una manifestación realizada en 2017 frente a la Embajada de Estados Unidos en Honduras.
Cherniak de entrada, reprochó a la organización por no convocar al presidente de la misión de observación que se encuentra en Honduras desde hace unos días, pues no fue convocado para actualizarnos de la situación en el terreno y -en sus palabras- "es una pena porque creo que sería relevante".
Cuestionó que se convocara a Ochoa, en lugar de a la consejera presidenta del CNE, Ana Paola Hall, o al presidente del TJE, Mario Flores Urrutia, "para contar con más elementos de juicio, que a una persona que resulta tristemente famoso por hacerse un autorretrato frente a una embajada de uno de los Estados miembros mientras era vandalizada".
De su lado, la delegada de Paraguay, Elisa Ruíz Díaz, hizo un llamado a detener cualquier acción atentatoría de la autonomía de las autoridades electorales hondureña, de toda persecución, acoso y opresión que afecte el libre ejercicio de sus funciones. Además, lamentó la ausencia en el panel de los titulares del CNE y TJE.
Por su lado, Ana Irene Delgado, embajadora de Panamá ante la OEA, reafirmó el "compromiso colectivo con la democracia y fortalecer el sistema interamericano, pilares que sostienen la convivencia pacífica, la cooperación efectiva y el respeto mutuo entre nuestras naciones".
Instó a que en Honduras "cada voz sea escuchada, que cada voto sea contado correctamente y que cada resultado sea respetado plenamente; las elecciones libres no pertenecen a ningún partido o fuerza política en particular, pertenecen a la ciudadanía que es la única depositaria de la soberanía nacional".
Washington Abdala, embajador de Uruguay ante la OEA, llamó a los organismos electorales de Honduras a actuar con independencia y brindar garantías correspondientes a los candidatos y a la ciudadanía.
Mientras que la representante de Ecuador, Mónica Palencia, dijo "la cuestión de Honduras ha quedado clara" con la aprobación de la observación de un grupo de congresistas de Estados Unidos. "Quienes nos unimos a esta sesión extraordinaria no lo hacemos con el fin de interferir, sino con el absoluto respeto a la soberanía hondureña", aseguró. Pidió además que se garantice que el CNE puede ejercer su función de manera independiente y sin interferencias.