En imágenes: La historia del hondureño Enrique López, saca lágrimas pero inspira...
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Todo ocurrió la mañana del 24 de octubre de 2014. Fue un día de cielos despejados y en plena faena cuando desde muy temprano Enrique López Osorto, un humilde albañil, realizaba la construcción de una viga canal en una residencia de la capital de Honduras. Fotos: David Romero l EL HERALDO 08/06/2020 - 00:001 / 9 -
De pronto un accidente laboral lo dejó sin sus dos brazos y una pierna por una descarga eléctrica que le cambió su vida por completo a él y a su familia. 08/06/2020 - 00:002 / 9 -
Después de conversar por unos minutos con don Enrique, fue imposible no contagiarse de su optimismo y deseo de superación. 08/06/2020 - 00:003 / 9 -
A pesar de su dura realidad, comparte su experiencia para ayudar a otros y fue así como con EL HERALDO recuerda aquel día gris que nubló sus sueños hace seis años durante una jornada laboral. 08/06/2020 - 00:004 / 9 -
Y mientras él nos compartía un mensaje de motivación con fuerte contenido espiritual, de pronto todos guardamos silencio y su mirada elevó al cielo con un profundo suspiro que le inyectaba las fuerzas para hablar sin dejarse vencer por el llanto y el dolor... 08/06/2020 - 00:005 / 9 -
“Fue construyendo una casa en Altos de Toncontín, pegado donde era el FHIS, atrás del aeropuerto, yo estaba construyendo una tercera planta una viga canal... y metí la primera varilla y me cercioré que la viga estaba largo porque Dios estaba conmigo y él me dio el talento para trabajar', fueron sus primeras confesiones interrumpidas por su voz entrecortada al recordar su mayor pesadilla. 08/06/2020 - 00:006 / 9 -
'El cable me haló la varilla porque yo solo me acerqué treinta centímetros de la pared para acá y el cable tenía metro y medio de distancia de la pared y él halo el cable y quedé pegado', continuó relatando a EL HERALDO. 08/06/2020 - 00:007 / 9 -
“Mi ayudante me agarró con una pala y me la puso en la cintura y me haló, de pronto me caí a un lado, a la orilla de la casa, y él me agarró de la bolsa del pantalón y me suspendió y me puso en la loza, yo recuperé el conocimiento ahí acostado en la loza”, recuerda al reconstruir minuto a minuto aquel momento potencialmente mortal que al evocarlo lo deja con un nudo en la garganta. 08/06/2020 - 00:008 / 9 -
Desde ese momento su vida dio un giro inesperado. Una extraña mezcla entre la realidad y su estado inconsciente le permitió abrir sus ojos y verse rodeado de paramédicos. “Yo estaba arriba y abajo atado de pies y manos, y el maestro que había contratado me estaba sobando la cabeza y me decía: Don Enrique, no se preocupe que todo va a salir bien... y yo estaba bien, soy un hombre fuerte y los que me conocen saben que soy un hombre trabajador, que nunca me he acobardado a ningún trabajo, yo le dije: Yo estoy bien, pero aún no me veía lo que me había pasado”, recordó.
Los días transcurren y hay momentos muy duros en los que don Enrique intenta borrar de su mente la pesadilla que marcó su vida. 08/06/2020 - 00:009 / 9