Tegucigalpa, Honduras.- La denuncia del consejero del Consejo Nacional Electoral (CNE), Marlon Ochoa, sobre un presunto intento de fraude electoral mediante la alteración de votos a favor del Partido Liberal y el Partido Nacional, generó gran revuelo en los círculos políticos.
La gravedad de las acusaciones y la contundencia con la que Ochoa presentó los hechos, usando como plataforma la red social X, hizo que su denuncia tomara rápidamente relevancia y se convirtiera en tema de debate y confrontación entre los distintos actores.
Una de las primeras reacciones ante las acusaciones de Ochoa vino de parte del coordinador nacional de Libre, el expresidente Manuel Zelaya, quien, a través de su cuenta en X, arremetió contra los partidos Nacional y Liberal, acusándolos de estar detrás de un ataque directo al CNE con el fin de deslegitimar el proceso electoral.
En un mensaje publicado en su cuenta, "Mel" expresó: “Los partidos tradicionales, en su desesperación, arremeten contra Marlon Ochoa con el único objetivo de deslegitimar al Consejo Nacional Electoral y convertirlo en un ring de boxeo partidario al servicio de sus intereses”.
El exmandatario, que también ejerce como asesor presidencial en la administración de su esposa Xiomara Castro, subrayó que no se puede permitir que la politiquería sabotee la institucionalidad del país, al mismo tiempo que solicitó que las denuncias de fraude sean investigadas, pero con el objetivo de llegar a la verdad y no con fines manipulativos para alterar el proceso electoral.
Por su parte, el Partido Nacional reaccionó rápidamente a las acusaciones de Ochoa y a las palabras de Zelaya, realizando una serie de pronunciamientos en los que denunciaron lo que consideraron como un contubernio entre el Ministerio Público y el Partido Libre.
A través de un comunicado, el Partido Nacional aseguró que en los últimos días el Ministerio Público había demostrado un proceder alejado de sus principios al no actuar con la debida objetividad y eficacia en la defensa de los intereses del pueblo hondureño.
“En lugar de actuar con neutralidad y transparencia, sus actos evidencian una clara afinidad con los intereses de Libre”, reza el oficio.
De acuerdo con el PN, el Ministerio Público, por ejemplo, no acudió de manera oportuna al Centro Logístico Electoral a pesar de la solicitud explícita de la presidenta del CNE, y solo intervino cuando se hizo evidente que se había rehusado a prestar su apoyo en la ocasión.
Este hecho fue utilizado por el Partido Nacional como un ejemplo más de que las actuaciones del ente acusado del Estado y de los consejeros de Libre estaban orquestadas para favorecer a ese partido en particular, en detrimento de los intereses de los demás.
Los nacionalistas mencionan la intervención tardía de Libre en el proceso, la cual, según ellos, coincidió con lo que llamaron el “berrinche mediático” promovido por Ochoa, quien había denunciado fraude en una serie de tuits que reflejaban una posible alteración de los resultados.
“La intervención tardía de Libre coincidió con el ‘berrinche mediático’ impulsado por el consejero Ochoa”, señaló el Partido Nacional, al tiempo que criticaban la falta de notificación de dicha intervención a los codirectores electorales del Partido Nacional y del Partido Liberal, excluyendo únicamente a los representantes de Libre, lo que, para el PN, era un acto que contravenía los intereses del pueblo hondureño.
El Partido Nacional no dudó en señalar la incapacidad de Marlon Ochoa para honrar su investidura de máxima autoridad electoral.
Según el partido opositor, Ochoa, en lugar de servir a los intereses del pueblo hondureño, se había limitado a defender las posturas de la familia presidencial y de su candidata, atacando a las consejeras Cossette López y Ana Paola Hall, además de intentar desacreditar a las instituciones políticas que representan.
“Desde su llegada al CNE, Ochoa ha evidenciado su incapacidad para honrar la investidura de máxima autoridad electoral”, subrayaron en su comunicado.
Además, el PN criticó el comportamiento de Ochoa, quien, tras no obtener los resultados que favorecían a su partido, recurrió a nuevas acusaciones de fraude para deslegitimar el proceso.
“Es evidente que su propósito es entorpecer el proceso electoral”, aseguraron, aludiendo a la estrategia de Ochoa de retrasar la divulgación de miles de actas y de insistir en la necesidad de utilizar el sistema biométrico para totalizar los votos, desestimando las papeletas y actas que no cumplían con este requisito.
El diputado nacionalista Tomás Zambrano fue uno de los más vocales en su respuesta, calificando como “desesperación” la publicación de Ochoa, quien había asegurado que el bipartidismo estaba inflando urnas durante los escrutinios especiales para favorecer a los candidatos del Partido Nacional y del Partido Liberal.
Zambrano no se limitó a eso y agregó, a través de un mensaje en Twitter, que “Libre está desesperado porque su plan de madrugón al contar sus actas primero que los de los otros partidos para crear la imagen de ser ganadores, no funciono porque al contar todos los votos van a terminar de último”.
A lo largo de estos enfrentamientos, la diputada Johana Bermúdez, del Partido Nacional, también se unió a la controversia con un mensaje directo a Ochoa.
“A llorar al parque”, le respondió Bermúdez al consejero del CNE, en una clara provocación ante sus acusaciones.
La diputada subrayó que el escrutinio especial es un proceso público y transparente, vigilado por todas las fuerzas políticas, y señaló que cualquier denuncia de fraude debía basarse en pruebas concretas y presentarse ante las instancias correspondientes, y no mediante ataques mediáticos que solo buscaban generar desinformación.
“La verdadera democracia se defiende con pruebas, no con acusaciones infundadas”, expresó.
El Partido Liberal, por su parte, también reaccionó a las denuncias de Ochoa, exigiéndole que presentara pruebas fehacientes de lo que estaba acusando.
A través de un comunicado, los liberales indicaron que, si Ochoa tenía pruebas de fraude, debía presentarlas ante el CNE y proponer un mecanismo legal para evitar manipulaciones en los escrutinios especiales.
“Si Ochoa tiene pruebas, debe presentarlas y al mismo tiempo proponer en el Pleno de ese órgano electoral un mecanismo viable, seguro y legal para evitar las manipulaciones incorrectas de actas y resultados en los escrutinios especiales que se están desarrollando en todos los partidos políticos”, indicaron.
El presidente del Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal de Honduras (CCEPLH), Yani Rosenthal, no se quedó atrás y también atacó a Ochoa y a Libre, sugiriendo que el partido de gobierno buscaba empañar las elecciones primarias para desprestigiar al CNE.
Rosenthal afirmó que en el Partido Liberal existían cuatro movimientos internos, cada uno con representación tanto en las Juntas Receptoras de Votos (JRV) como en el Centro Logístico Electoral (CLE), mientras que en Libre solo había una representación.
En su mensaje, Rosenthal acusó a Libre de inflar los resultados de las urnas y comparó su proceder con el de un compresor, sugiriendo que inflaron los votos para obtener el respaldo que, según él, no tenían en realidad.
“Es obvio que inflaron hasta con compresores para llegar a los votos que dicen tener”, señaló Rosenthal en sus redes sociales.
La ex precandidata presidencial liberal, Maribel Espinoza, también se unió a las declaraciones y reaccionó de manera tajante ante las acusaciones de fraude.
Espinoza hizo un llamado a la calma y pidió a los miembros de Libre que evitaran generar caos o deslegitimar el proceso electoral. En sus declaraciones, recordó que los escrutinios especiales son procesos transparentes, realizados bajo observación internacional y con el respaldo de cámaras, lo que garantiza la legalidad del proceso.
“Son elecciones primarias, no generales”, enfatizó, haciendo hincapié en que los recuentos de votos están siendo vigilados y que, si bien el proceso puede generar tensiones, no hay razón para sembrar desconfianza sin evidencia.
De su lado, la diputada Iroshka Elvir, del Partido Liberal, calificó de sorprendente que un miembro del CNE desconociera las normas que él mismo promovió para las elecciones. Recordó que fue Ochoa, junto a la consejera Ana Paola Hall, quien impulsó la medida de no transmitir actas como resultados electorales si no contaban con el respaldo del lector biométrico.
Esta disposición fue respaldada por el movimiento "Vamos Honduras" y su precandidato presidencial, Salvador Nasralla.
Elvir explicó que todas las actas que se encuentran en el escrutinio especial son precisamente aquellas en las que no se utilizó el lector biométrico o no funcionó correctamente, lo que justifica las discrepancias en los resultados.
La situación, que está siendo observada tanto por actores nacionales como internacionales, se encuentra en un punto crítico.
Dentro de todo este contexto, la presidenta del CNE, Cossette López, afirmó que todo el personal del ente electoral trabaja sin descanso las 24 horas del día, siete días a la semana, para garantizar que la declaratoria oficial de los resultados se emita de manera puntual y transparente.