Más de 21 mil hondureños emigraron en las caravanas

Una caravana de 300 hondureños se sumó este 2024 a la lista de otros 13 grandes grupos que salieron del país desde el 2018 en busca del sueño americano

Los migrantes cruzaron a pie Honduras, Guatemala y México, donde la caravana se disolvió. A la frontera con EUA llegaron en grupos pequeños.

sáb 3 de febrero de 2024 a las 0:0

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TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En los últimos seis años, miles de hondureños han decidido encaminarse en un viaje que para muchos es de nunca acabar. El dolor y sufrimiento que los aborda en este largo trayecto llamado sueño americano marcan un recuerdo que nunca podrán olvidar.

El dolor en los pies, aguantar sed, el hambre y el cansancio los atropella a cada paso que dan. Sin embargo, no son razones suficientes para darse por vencidos, o al menos así lo fue para Alexey Álvarez.

Alexey, un joven alegre y trabajador, es uno más de la lista de cientos de migrantes que salieron del país en esas numerosas caravanas. Nunca imaginó que para poder sacar adelante a su familia y cumplir lo que un día había soñado iba a tener que tomar la decisión de dejar atrás el lugar que lo vio nacer y crecer, así como a su familia que tanto amaba.

El hondureño de 24 años salió de Honduras en una de las caravanas de 2022. Las caravanas migrantes iniciaron en el país a finales de 2018 y hasta el 20 de enero de 2024 sumaban 14. Según el recuento que realizó la Unidad de Datos de EL HERALDO Plus, dos de ellas fueron en el gobierno de la presidenta Xiomara Castro.

“Anduve como alrededor de seis, ocho meses buscando empleo, dejaba papeles y todo pero era más el gasto en documentos para conseguir empleo porque no daban empleo, las opciones eran muy cortas, muy bajas y la opción de emigrar fue por eso, porque no había dinero, no había trabajo y hay necesidades que cubrir, obligaciones y ganas de superarse”, contó en diálogo con EL HERALDO Plus.

Alexey relató que en ese largo y duro camino de varios días lo único en lo que podía pensar era “en mi familia y no dejarme morir, porque es un camino bastante complicado, se ven muchas cosas malas, así como también las buenas, pero más las malas que las buenas”.

Caravanas anteriores

La caravana en la que se encaminó Alexey no fue la única ni la última. El Observatorio de Migraciones Internacionales en Honduras (OMIH) registró la salida de 11 caravanas entre 2018 y 2021.

César Castillo, director del OMIH, estima que en este periodo de tiempo (2018-2021) más de 20,000 hondureños salieron del país bajo esta modalidad, que por la cantidad de las personas que emigraban puso en el ojo internacional a Honduras.

Pero si a esta cifra le sumamos unas 1,300 personas de las caravanas de 2022 y 2023, hablamos de más de 21,300 compatriotas que huyeron del país. Algunos decidieron regresar a mitad de camino, otros fueron deportados, pero una buena cifra siguió hasta el final.

Esta forma de migrar comenzó a finales de 2018, cuando el 12 de octubre salió un grupo masivo de gente con rumbo a Estados Unidos. En el primer día sólo acudieron 160 personas, la mayoría eran niños, mujeres, pero también iban familias completas.

Tres días después de haberse iniciado el viaje, la caravana ya contabilizaba 1,600 personas, diez veces más de lo que se contabilizaba inicialmente, pero se calcula que llegó a tener más de 7,000 miembros.

Esta fue la primera salida masiva de migrantes de Honduras, donde también se unieron salvadoreños, nicaragüenses y migrantes de otras naciones. Esta caravana dio pie para que en este mismo año se formaran dos caravanas más, entre los meses de noviembre y diciembre.

En 2019, específicamente en el mes de enero, salieron dos grupos de migrantes, el primero de unas 2,000 personas y el segundo de aproximadamente mil, según el informe “Caravanas de migrantes en México”, publicado por la Universidad de Austin, Texas, en mayo de 2020. Ambas sumaron a unos 3,000 migrantes. 2019 se posicionó como el que más caravanas migrantes registró, porque a finales del año -entre octubre y diciembre- salieron dos caravanas más, es decir, que en todo el año hubo cuatro.

Dado que las caravanas de 2018 crearon una crisis internacional, el gobierno de México ante los nuevos grupos que estaban por salir en 2019, se vio obligado a entregar visas humanitarias, de las cuales, los hondureños fueron los mayores beneficiados, esto según lo plasmado en el informe “Caravanas de migrantes en México”.

“En un cambio con respecto a las caravanas anteriores, el gobierno federal de México comenzó a procesar visas humanitarias para los primeros 500 miembros de la caravana que llegaron a la frontera el 17 de enero de 2019. Se difundieron las noticias de visas humanitarias aceleradas y para el 23 de enero de 2019, más de 10,000 personas -principalmente de Honduras, Guatemala y El Salvador- las habían solicitado”, dice el documento.

Sin embargo, para el 28 de enero de 2019 las autoridades mexicanas dieron fin a esta medida, ya que, según la recopilación de este mismo informe, declararon que las visas humanitarias fueron “demasiado exitosas” y la afluencia de migrantes colapsó el sistema. Para ese entonces ya se habían tramitado un aproximado de 12,961 de ellas, la mayoría a hondureños.

El mismo informe menciona algunas de las caravanas migrantes que salieron de Honduras, pero no contabilizaron los grupos pequeños y como el documento está actualizado hasta 2020, no están los reportes de los años siguientes. Los datos del OMIH tampoco tiene los registros de 2022 y 2023.

En la recopilación realizada por la Unidad de Datos de EL HERALDO Plus se contabilizaron 14 caravanas migrantes, siete de ellas entre 2018 y 2019. En 2020 (año de la pandemia por covid-19) salieron dos caravanas: el día 15 de enero salió un grupo de 300 personas y el 31 uno de 200. Seguidamente el 2021 tuvo dos caravanas, la primera en el mes de enero y la siguiente en marzo.

2022 registró otras dos caravanas, pero esta vez más pequeñas, la primera salió en el mes de enero con 800 personas y la segunda en octubre con alrededor de 250. En 2023 no se contabilizó ninguna.

Falta de oportunidades

Aunque 2023 parecía haber dejado atrás esta nueva forma de migrar, no fue así, ya que el 20 de enero de 2024 salió de Honduras la primera caravana compuesta por alrededor de 300 hombres, niños y mujeres. Esta contaría como la segunda caravana migrante desde que tomó posesión el gobierno de Xiomara Castro en 2022.

César Castillo, director del OMIH, expresó que una de las razones por las que la gente sigue emigrando bajo esta modalidad es porque “las cosas en el país han sido complicadas, han sido difíciles los últimos años y eso ha hecho que la gente busque mejores condiciones de vida, la caravana simplemente es una estrategia de migrar, que en ese momento tiene su componente político, pero también tiene un componente social fuerte”.

Además, expresó que esto refleja que “la situación del país no ha cambiado. Al menos así lo interpretan las personas porque ellos van buscando mejores condiciones de vida y esto significa que no estamos generando las condiciones adecuadas para retener a nuestra población, por lo tanto, la gente está buscando algo mejor que nosotros”.

El analista y experto en migración, Graco Pérez, concordó con esa información, ya que mencionó que esta situación refleja la falta de oportunidades y acciones en beneficio de la población por parte del gobierno, es decir, siguen latentes problemas estructurales como la inseguridad, violencia y falta de empleo.

“Los beneficios que dice el gobierno estar generando no alcanzan a la mayoría de la población o a la población históricamente abandonada, al mismo tiempo, creo que se convierte en un mensaje a la comunidad internacional de que la situación del país no es la mejor y no es la que se sostiene en muchas ocasiones en los medios oficiales”.

Además, atribuyó las causas de este fenómeno a que de cierta forma las caravanas son un método más seguro en comparación con los tradicionales y aumenta la posibilidad de obtener ayuda de centros de apoyo a migrantes u otras organizaciones que se dedican a ello.

“Se les facilita la movilización porque al ir así, al viajar en grupos grandes, de alguna forma se protegen entre ellos y también hay más visibilidad y no tienen que recurrir a coyotes”, explicó. Lamentó que “las condiciones del país se van deteriorando cada vez más y las expectativas, especialmente de las personas más jóvenes, no se encuentran en el país”.

Retornados

Alexey, a pesar de su esfuerzo y sacrificio para llegar a su destino soñado, no logró concluir el largo trayecto, porque cuando se transportaba en el tren popularmente llamado “La Bestia” un retén de migración lo detuvo y de forma inmediata lo retornó a Honduras. No llegó a suelo estadounidense, fue deportado desde México.

Así como él, sólo en 2023 hubo 39,648 hondureños deportados desde Estados Unidos y México. Si hacemos un cálculo matemático, podemos decir que en promedio 109 hondureños salieron cada día de forma irregular del país sólo el año anterior.

Los datos del Instituto Nacional de Migración (INM) indican que solo Estados Unidos deportó un total de 36,667 personas, 2,569 de ellas de forma voluntaria.

México registró una cantidad menor, ya que fueron retornados 301 hondureños, es decir, que la mayor parte de migrantes del 2023 fueron deportados desde la frontera estadounidense.

El 51% de los migrantes retornados o deportados en 2023 fueron hombres, el 28% niños y niñas y el 21% mujeres. Además, estos retornos fueron realizados por vía terrestre, de los cuales el 36% eran jóvenes adultos entre los 21-31 años.

Al hablar sobre estas preocupantes cifras, el director del OMIH lamentó que “la mayor parte de la población que emigra es población joven y por lo tanto no estamos quedando sin población para poder desarrollar el país. Ya tenemos desde hace algún tiempo comunidades donde no existen jóvenes, solo adultos o niños”.

Mencionó que las cifras del INM son inferiores a los reportes que contabilizan desde el OMIH porque los reportes de esa institución indican que hasta el cierre de 2023 fueron 55,000 hondureños retornados.

Estimó que de todas las personas que migran al menos un 20 o 21% son retornados, es decir, que dos de cada 10 personas que emigran del país no llegan a su lugar de destino y son devueltos a su nación, en este caso, Honduras.

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