La influencia de los religiosos en el gobierno, que constitucionalmente es laico, es un obstáculo para el necesario control de la natalidad, del que depende un mejor futuro para los hondureños.
La influencia de los religiosos en el gobierno, que constitucionalmente es laico, es un obstáculo para el necesario control de la natalidad, del que depende un mejor futuro para los hondureños.