Tegucigalpa

Inundaciones, un mal que azota con fuerza varias zonas de la ciudad

Mientras el vínculo entre la precaria red de alcantarillado y la falta de cultura de los que arrojan basura genera inundaciones, a los afectados por las lluvias solo les queda esperar una solución
03.09.2022

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Con un semblante cabizbajo, una voz llena de desaliento y el pensamiento de tener que regresar del lugar donde fue evacuado, pasa su tercer día en las puertas del albergue don Santiago Herrera, uno de los más afectados por las lluvias.

El hoy desposeído se anida junto con su familia en la colonia La Esperanza, pero asegura que en seis días deberá abandonar el centro comunal porque así fueron las órdenes que se le dieron.

Herrera, de 77 años, habló con EL HERALDO y confesó que “no hay alcalde, no hay presidenta, no hay nada. Sé que estoy en riesgo, pero no tengo para donde ir, me toca regresarme a mi antigua casa”.

Así como el septuagenario, más de 15 familias están en la misma situación, durmiendo en las iglesias que fueron habilitadas para ellos; pero que dentro de una semana quedarán a la deriva.

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En la actualidad, las lluvias han causado estragos en las colonias como Brisas del Picacho, en donde un árbol cayó sobre una casa; Nueva Suyapa, en donde más de diez familias perdieron sus casas y La Esperanza, el hogar de Santiago.

Santiago Herrera junto a su familia pasan las tormentas en el centro comunal, pero en unos días regresará a su casa porque no tiene donde ir.

La Alcaldía reportó ayer nuevos deslizamientos en las colonias Guillén y Nueva Santa Rosa, donde se evaluaron los daños y se evacuó a las familias en peligro.

La corporación municipal informó que más de 400 albergues están preparados para recibir a los damnificados.

La Comisión Permanente de Contingencias advirtió que las precipitaciones seguirán en el departamento de Francisco Morazán, por lo que se mantiene en alerta amarilla.

Por otra parte, el cambio climático, construcción en cauces de quebradas, sistemas de alcantarillado obsoletos y mal utilizados más la basura en las calles propician las inundaciones, según el Comité de Emergencia Municipal.

Aunque la capital puede resistir hasta 40 milímetros de lluvias y no colapsar, según estimaciones de esa entidad, las inundaciones son un mal que azota con fuerza a varios puntos de la ciudad.

Nelson Méndez, gerente del Codem, explicó que para evitar algunas inundaciones, pese al vulnerable sistema de alcantarillado se requiere la fusión de tres factores.

Una es que los capitalinos ayuden a no botar basura en la calle, le sigue el uso adecuado del sistema de alcantarillado y por último que las autoridades hagan su parte con dragados, mantenimientos, limpiezas y nuevos proyectos.

La Orejona se vuelve incontenible para los pequeños embaulados en la Alameda y barrio Morazán.

“Recordemos que ahora las personas mezclan el sistema de aguas lluvias y negras. Otros sistemas ya están colapsados porque la ciudad ha ido creciendo, ya no son redes aptas para toda la cantidad de agua”, expresó Méndez.

Para comprender la problemática y contrastar la realidad de cuatro puntos inundables, además de escuchar la versión de las autoridades, el equipo de este rotativo dialogó con los vecinos de las zonas afectadas.

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Zonas de riesgo

Puntualmente, el bloque 1, grupo 23 de la supermanzana 4 de la populosa Kennedy se volvió una zona de inundaciones desde hace décadas.

“Tengo 50 años de vivir en esta colonia y desde hace unos 30 años se inunda. El agua viene a dar aquí y la única forma, y no existe otra, es que coloquen una tubería más grande”, relató Salomón.

En descargo, el Codem detalló que la zona se inunda porque no se logra una captación rápida del agua que llega a las calles en parte por la abundante cantidad de basura y sedimentos que atasca los tragantes.

Cerca del puente, a inmediaciones de la colonia San Miguel, se produce una catarata por las fallas en un embaulado en La Era, asimismo el problema en esa zona empeora con la unión de sistemas de aguas residuales a los cauces de las quebradas.

“La catarata baja hasta el anillo, siempre ha sido así. Ahí tienen que hacer un estudio para resolver el problema que provoca esa quebrada de La Era”, recomendó José Lara, vecino de esa comunidad.

Entre la calle Tiburcio Carías y el bulevar Suyapa de la colonia Alameda, la inundación es inevitable de acuerdo con el Codem por “otro embaulado” y la falta de visión por el aumento poblacional en el municipio.

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