Auto de formal procesamiento con prisión preventiva se dictó en los Juzgados de Letras de lo Penal en contra de un médico y una enfermera detenidos por la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), al interior de una clínica donde practicaban abortos.
Gustavo Francisco Carías Sarmiento, de profesión médico general, fue trasladado nuevamente a la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto (PNMAS), mientras que su enfermera Ernestina Melara Vásquez continuará con arresto domiciliario debido a que tiene 70 años de edad y la ley le da ese derecho.
En relación a Gelin Cenayda Pavón Toruño, detenida también al interior de la clínica y de quien las autoridades sospechan que se estaba realizando un aborto, se le dictó sobreseimiento provisional.
Respecto a ella, el abogado defensor argumentó que estaba en la clínica practicándose un raspado para eliminar los miomas y quistes.
Ella misma declaró que tenía seis meses de embarazo y que el doctor le explicó que perdería al bebé, pero al mismo tiempo le dijo “que estaría bien”.
La mujer sostuvo que esa fue la única opción que le dio el doctor Gustavo Carías para eliminar su problema en la matriz.
Pruebas presentadas
Durante la audiencia, el Ministerio Público presentó sus medios de prueba, entre ellas, las declaraciones de la sospechosa, de la cual se está a la espera de los resultados de ADN practicados a los restos del feto encontrados en la clínica y los restos encontrados en el vientre de ella, los cuales fueron extraídos por médicos del Hospital Escuela Universitario.
En el caso en que los resultados den positivo, la Fiscalía podría acusar a Gelin Pavón por el delito de aborto, ya que contaría con una prueba científica irrefutable.
Otras de las pruebas acreditadas por la Fiscalía son los medicamentos encontrados dentro de la clínica, ya que según las autoridades estos tienen propiedades abortivas.
Ademas encontraron máquinas especiales para realizar los crímenes en contra de los bebés en proceso de gestación.
Pero la principal prueba de los actos ilegales que se cometían en la clínica fue el hallazgo de un feto desmembrado dentro de una bolsa plástica color negra.
Al término de la audiencia el juez que conoció el caso resolvió dictar el auto de formal procesamiento con prisión preventiva en contra del doctor y su enfermera, quienes dentro de 60 días tendrán que presentarse en audiencia preliminar para conocer si su caso será elevado a juicio oral y público.
Antecedentes
La clínica del doctor Gustavo Carías fue desmantelada el lunes 2 de febrero, tras la publicación de la investigación realizada por la Unidad Investigativa de EL HERALDO, en la cual se comprobó la existencia de clínicas clandestinas donde practicaban abortos a mujeres de todas las edades, incluyendo menores.
Durante la investigación el doctor contó a la periodista infiltrada que cobraba 6,000 lempiras por cada aborto y que realizaba tres al día.
El doctor explicó que el procedimiento era tan “fácil” como “destruir, deshacer y succionar”.
En la conversación dijo que la mayoría de sus clientes eran menores de edad que estaban estudiando.
En la mayoría de ocasiones las mujeres que llegaban a esa clínica a practicarse abortos iban acompañadas de una mujer mayor, ya que al terminar el procedimiento quedaban con debilidad por el sangrado producido durante el proceso.
Según el doctor, es más “fácil” realizar un aborto de un embarazo que viene comenzando que uno superior a las siete semanas de gestación, ya que hay que desmembrar al feto porque sus huesos ya están formados y tiene un tamaño considerado grande para realizar el aborto.
