OCOTEPEQUE, HONDURAS.- Decenas de personas acompañaron a los familiares y amigos en el último adiós a Loany Vanessa Alfaro Urbina, la joven de 17 años que fue asesinada en el municipio de Sensenti, en el departamento de Ocotepeque, en la zona occidental de Honduras.
Entre llanto, gritos de indignación y cargando pancartas en contra de la violencia hacia las mujeres, los pobladores pedían que todos los involucrados en el asesinato de la adolescente sean capturados y castigados.
Su madre, quien lloraba desconsolada sobre el féretro, alcanzó a decirle unas últimas palabras antes de depositar su cuerpo en una tumba del cementerio de la zona.
“Adiós Vanessa, te vamos a hacer justicia”, expresó entre sollozos, mientras era abrazada por sus seres más cercanos, quienes se sumaron a su clamor, recordando que la vida le fue arrebatada de la manera más cruel y con ello dejaron al pequeño hijo de Loany Vanessa sin madre.
“De los 63 años que tengo, jamás en mi vida había visto un caso de estos. Tan duro, que rompe corazones”, expresó un ciudadano.
“Le pedimos a las autoridades que tomen este caso como ejemplo para que no nos dejen de la mano porque queremos que nuestra comunidad esté limpia. Yo tengo 62 años y esto nunca había pasado, peor con una muchacha tan jovencita”, manifestó otro.
El crimen de Loany Vanessa Alfaro
La tarde del miércoles 10 de abril de 2024, Loany le dijo a su abuela que preparara café, porque ya iba a llegar a su casa, sin embargo, eso nunca pasó.
Al inicio se preocuparon, pero jamás llegaron a imaginar lo que le había ocurrido: la menor fue abusada sexualmente y posteriormente la asesinaron, golpeándola con una piedra en la cabeza.
Su cuerpo fue dejado tirado sobre el suelo, en una casa de adobe en construcción.
Su madre dijo que ella se encontraba planchando ropa en una vivienda cuando le avisaron de lo que le había pasado a su hija y al acercarse a la zona del crimen pudo ver cómo dejaron su cadáver con signos de abuso y golpes.
Los parientes de Loany han señalado como responsables a algunos hombres que anteriormente la habían acosado y a quienes ella les tenía miedo, pues consumían drogas y la amenazaban.
“’Mamá me siento preocupada y afligida, esos hombres todos los días lo siguen a uno, porque yo no quiero nada con ellos’”, le dijo Loany a su madre en una ocasión.
Además, le reveló que uno de los sujetos le dijo: “Es que sea como sea vas a ser de nosotros”.
Lamentablemente, la familia de la adolescente no podía hacer nada y tampoco imaginaron que los individuos serían capaces de un crimen tan atroz.
“Ese tal “Pacaya” y el “Chino” ese decían que les gustaba mi hija, pero como ella les dijo que no quería nada porque eran drogos...”, recordó su acongojada madre.
Uno de los mencionados fue capturado por la Policía Nacional de Honduras horas después del hecho, mientras que el otro se encuentra prófugo.
Ahora, el abuelo de Loany asegura que él se encargará de criar al hijo de tres años que la joven tenía, por lo que solicitaron ayuda al gobierno para poder darle lo que él necesita.
Mientras tanto, los parientes de la joven asesinada y varias mujeres de la zona occidental de Honduras marchan exigiendo justicia, para que estos hechos abominables no se repitan.
