“Ese muchachito se va arrepentir de haber matado a su abuelo, porque las cosas se tienen que pensar bien antes de hacerlas”.
Así se expresó la señora Antonia Martínez Ponce, esposa del jardinero Benjamín Martínez Carranza, de 72 años, quien fue ultimado de una puñalada por su propio nieto en el sector Las Moritas, de la colonia La Sosa.
Los dolientes identificaron al victimario como Orlin Josué Sánchez Martínez, de 18 años, un joven drogadicto, quien se dio a la fuga tras consumar el crimen.
Agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) se presentaron al lugar donde ocurrió el hecho a realizar las pesquisas orientadas a conocer los pormenores del ataque sangriento y los posibles móviles.
Relación de los hechos
Según el relato de la viuda, su compañero de hogar dormía en su habitación y alrededor de las 12:00 de la medianoche se despertó y se percató que su nieto todavía miraba televisión y le pidió que apagara la luz de la sala.
Molesto por la orden que le dio su abuelo, Orlin Josué habría sacado un puñal, ingresó a la habitación y le infirió una puñalada en el corazón, luego se dio a la fuga con rumbo aún desconocido.
Gravemente herido el septuagenario se dirigió al cuarto de su esposa a pedir auxilio, pero no logró llegar y se desplomó sobre el piso.
Al darse cuenta de lo sucedido, doña Antonia salió a pedir auxilio y lo trasladaron a un centro hospitalario, pero al llegar les confirmaron que ya había expirado, por lo que las autoridades realizaron el reconocimiento legal.
Doña Antonia describió al sospechoso como un joven agresivo y malcriado, principalmente cuando andaba bajo los efectos de las drogas.
“Muchas veces le había faltado el respeto a su abuelo”, expresó la doliente.
Prosiguió que, supuestamente, Sánchez Martínez fue hasta la cama del abuelo a quitarle la vida, porque “el piso estaba todo manchado de sangre, después tiró el cuchillo y se fue, pero yo no lo miré a él”.
Un nieto malcriado
Aseguró que al supuesto responsable del crimen lo criaron como un hijo desde que tenía la edad de tres meses, pero que ya cuando creció “él nos humillaba y era bien malcriado”.
Confió que muchas veces ella lo sorprendió fumando marihuana y que debido al consumo de la droga pasaba enojado y se volvía agresivo.
“A mí me dijo una vez que me iba a dar corte chaleco, si yo hubiera salido en ese momento me mata a mí también”, expresó la acongojada doliente.
La señora Martínez Ponce confirmó que su esposo laboró mucho tiempo de jardinero en el Congreso Nacional y que, actualmente, trabajaba con un contratista en la Casa Presidencial
El señor era empleado del Congreso Nacional de Honduras.
La viuda del señor muestra una foto de su nieto (asesino) cuando terminó la educación primaria.
Familiares y amigos aún no pueden creer el sangriento crimen.
