Editorial

Negligencia frente a la emergencia

Una denuncia de EL HERALDO desnuda una triste realidad y la negligencia de las autoridades de Salud Pública en Honduras. “La Secretaría de Salud no cuenta con los insumos necesarios para hacer frente a la epidemia del dengue”.

Para el caso, en los 64 centros de salud de Tegucigalpa no tienen el suficiente larvicida hecho de bacterias naturales que producen toxinas que atacan las larvas del zancudo transmisor de la enfermedad, conocido popularmente como BTI, y alrededor de 80 máquinas termonebulizadoras para fumigar están en mal estado.

Pero las calamidades no terminan ahí. Resulta que la Secretaría de Salud tampoco cuenta con el personal capacitado para manejar las bombas de fumigación, pues en los últimos años han venido desarticulando las unidades especializadas que costó años estructurar, y por razones políticas, según las denuncias, mucho de ese personal ha sido despedido.

Si bien la responsabilidad de evitar el contagio de la enfermedad del dengue no solo depende de las autoridades sanitarias, es sobre sus espaldas que está la mayor carga, ya que ellos están en la obligación de mantener los niveles de monitoreo y control de este tipo de enfermedades y, sin duda, actuaron negligentemente porque no lograron identificar a tiempo el crecimiento de la epidemia. Su reacción ha sido tardía. Estaban obligados a mantener las reservas de los insumos y maquinarias que se requerían para hacer frente a una emergencia como la que se está viviendo actualmente en el país, y no los tenían.

En medio de la emergencia, el gobierno ha anunciado que dispone de 45 millones de lempiras para adquirir esos insumos. Deben actuar con prontitud para evitar que un hondureño más muera por esta enfermedad.

El llamado también es a la población para que haga su parte y atienda las recomendaciones de los técnicos y especialistas en relación a la destrucción de los criaderos de zancudos en sus hogares.