Columnistas

Propuesta sobre elección de diputados al Parlacen

Es necesario fortalecer el organismo legislativo de la integración centroamericana, es decir el Parlacen. Este organismo tiene más de tres décadas de existencia y no ha cumplido con su objetivo estratégico de formular normas y leyes que sean de carácter vinculante e impacten verdaderamente en mejorar el nivel de crecimiento y desarrollo de cada país y la región en su conjunto. Las cosas no pueden continuar así como un bodrio. Los centroamericanos indistintamente de la nacionalidad y orientación político-ideológica debemos hacer algo para superar este fango. Estos organismos de integración tienen un costo económico para los pueblos y tienen que rendir un resultado. Un apropiado funcionamiento del Legislativo regional generaría fuentes y beneficios económicos que compensarían superlativamente los costos. La ausencia de estrategias y políticas públicas de verdadera integración han tenido un gigantesco costo para los habitantes ístmicos. Tampoco es solución hablar de que debe cerrarse el Parlacen u otros organismos de integración. Lo que procede es renovarlo profundamente con lineamientos apropiados y con políticas emanadas desde la base social para que los gobiernos cumplan consecuentemente con los mandatos de la soberanía popular.

El Parlacen, que inició labores a principios de los años noventa, ya lleva acumulando antigüedad y aún no da muestras concretas de fortalecer verdaderamente a la necesaria y muy postergada integración de los países de la América Central. Algunos escépticos y aislacionistas afirman que en realidad el Parlamento regional “nació muerto”, que nunca valió ni valdrá la pena. Sin duda, un gran problema que ha tenido el Parlacen es la calidad de sus representantes a lo largo de los años; prácticamente, en todos los países miembros ha sido cuestionado el que haya servido en muchos casos de “refugio” de políticos que buscan inmunidad/impunidad o, que hayan llegado a ese cargo como “premio de consolación” ante la imposibilidad de alcanzar mejores posiciones dentro de sus respectivos países.

Concretamente, se propone que -en el caso de Honduras- la escogencia de los diputados al Parlacen se realice con papeleta separada, consignando la respectiva fotografía de los candidatos. Hasta ahora, se ha venido haciendo sin que el electorado identifique a los propuestos y “amarrado” al voto presidencial. En otras palabras, que no continúe votando a ciegas y que el elector tenga la oportunidad de escoger a cada uno de los candidatos de su preferencia (20 en total) similar a como lo venimos haciendo para los diputados en cada departamento desde los comicios de 2005. La idea sería escoger a los diputados regionales con el mismo procedimiento en todos los países y aquí otra propuesta: realizar la elección de ser posible el mismo mes o, el mismo día, simultáneamente, en Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Panamá y República Dominicana. Similar a como se hace en el Parlamento europeo.

Como puede deducirse, el tema de fondo es reactivar y profundizar la integración centroamericana. No se trata del Parlacen por sí mismo; no es un fin solo es un medio. Igual razonamiento para el resto de las instituciones de integración como el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Secretaria de Integración Económica Centroamericana (SIECA), etc. Los centroamericanos urgimos a que se retomen seriamente las fases o pasos de la integración como son: los acuerdos preferenciales; zonas de libre cambio; real Unión aduanera; mercado común y mercado único; unión económica plena; unión monetaria y sobre todo, la unión política. La integración requiere de verdaderos liderazgos nacionales y de visión de desarrollo.