Columnistas

Deterioro de la justicia, consecuencias y castigo

En la comunidad internacional, la ONU, particularmente, conocen que la justicia de Honduras es pisoteada por los tres titulares de los poderes del Estado y, por supuesto, por los funcionarios públicos relacionados, provocando una creciente frustración y escepticismo en la sociedad, pero, sobre todo, enojo y repudio.

El deterioro de la justicia en Honduras no es por carecer de una estructura organizativa o falta de normas o ausencia de presupuesto, simplemente no, se trata de una distorsión legal perversa motivada políticamente en la ideología socialista/comunista, desde su gestión (Ejecutivo), su industria (Legislativo) y la aplicación de la justicia (Judicial), con el propósito único del actual régimen autoritario de perpetuarse en el poder a cualquier costo.

Como consecuencias de estas crisis superpuestas del Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Fuerzas Armadas, Policía, partidos políticos y políticos, causadas por el “melismo” del partido Libre, han trastocado la seguridad de la empresa privada, ahuyentando la inversión nacional e internacional, y promoviendo el cierre de empresas, impactando en el mundo social y acorralando al pueblo hondureño en la enfermedad, la falta de educación, el desempleo, la pobreza y miseria, la incertidumbre y migración.

Con la migración de compatriotas, es ahora Honduras exportador de seres humanos, perdiéndose este recurso valioso útil para el desarrollo y progreso de la nación. Tristeza.

Ciertamente, el actual “gobierno melista”, la presidenta Xiomara Castro juntamente con los asesores internacionales, adoptaron conductualmente la norma de la ilegalidad (corrupción) y el fomento de las crisis, con ello, fracturar el Estado de derecho, incumplir la Constitución y demás normas, por supuesto, violar los derechos humanos, la libertad de prensa y del pensamiento, los fundamentos democráticos, la hacienda pública, los tratados internacionales y actualmente concentrados en destruir la extradición, impedir la CICIH y garantizar perpetuidad en las elecciones.

El “melismo del Libre” sigue los mandatos del Foro de Sao Paulo, al igual que todos sus miembros, falsamente se desempeñan dentro de la democracia respaldando a los dictadores socialistas/comunistas que ejercen el poder autocráticamente. La organización del Foro de Sao Paulo es un riesgo para la estabilidad democrática del continente.

El actual “gobierno melista” es ya la dictadura de izquierda de “Mel” Zelaya, controla los poderes del Estado y las Fuerzas Armadas, imitando la dictadura de derecha de JOH. ¿Será que tendrán el mismo fin?

Lamentablemente, las Fuerzas Armadas de Honduras son poderosos cómplices del actual régimen autoritario, en contra corriente del mandato de proteger y garantizar el cumplimiento de la Constitución, ellos, también son pisoteadores del Estado de derecho, provocando daños extraordinarios.

Propongo respetuosamente a la ciudadanía hondureña dar un voto de castigo en las próximas elecciones a todos los candidatos del “gobierno melista” del partido Libre; y, a los gobiernos del G-7 suspender toda ayuda económica, para evitar que el socialismo-comunismo acabe de destruir nuestra nación Honduras. Queda planteado.