El periodismo, considerado durante mucho tiempo como el “cuarto poder” y un pilar fundamental de la democracia, se enfrenta a desafíos sin precedentes en muchos puntos del planeta.
Desde la era digital hasta la polarización política y los ataques a la libertad de prensa, el periodismo atraviesa una crisis multifacética que plantea serias interrogantes sobre su futuro y su capacidad para cumplir con su función primordial de informar al público y fiscalizar el poder.
El advenimiento de internet y las redes sociales ha revolucionado la forma en que consumimos noticias y accedemos a la información. Si bien estas plataformas han democratizado el acceso a la información, también han generado un entorno mediático saturado de desinformación, noticias falsas y sensacionalismo.
En este escenario, los medios de comunicación tradicionales luchan por mantener su relevancia y credibilidad frente a una audiencia cada vez más fragmentada y exigente.
En muchos lugares del mundo, el periodismo se encuentra atrapado en el fuego cruzado de la polarización política y la manipulación informativa.
Los medios de comunicación son utilizados como herramientas de propaganda por parte de actores políticos y económicos que buscan moldear la opinión pública y perpetuar sus agendas particulares.
Esta instrumentalización del periodismo socava su integridad y objetividad, erosionando la confianza del público en los medios de comunicación como guardianes de la verdad y la transparencia.
La libertad de prensa, un pilar fundamental de cualquier sociedad democrática, está bajo amenaza en numerosos lugares del mundo. Periodistas y medios de comunicación enfrentan intimidación, censura, violencia e incluso encarcelamiento por parte de go
