Cartas al editor

La panacea del fútbol

Lástima que han llegado a su fin tanto la Eurocopa como la Copa América.

Pero no nos podemos quejar pues nos regalaron grandes partidos de ese fenómeno social llamado fútbol en medio de una pandemia que nos arrebató la tranquilidad.

El balompié parece ser un remedio o solución que sirve para cualquier tipo de problema, por lo menos temporalmente. Fue muy bonito volver a ver los estadios llenos de aficionados de diferentes nacionalidades en la Eurocopa y ver cómo se abrazaban, gritaban de emoción o lloraban, según el resultado de su equipo.

La pandemia se fue al carajo durante esos 90 minutos o más en cada partido y se miraban como si nada hubiera pasado.

En lo personal, creo que abstraerse del tema del covid-19 —pero sin olvidar tomar las medidas que ya todos conocemos— es saludable.

Por el contrario, el temor o vivir expuestos a un amarillismo mediático o estar bajo la ignorancia de una enfermedad que debe ser combatida con sentido común y no con el miedo que algunos médicos destilan en sus comparecencias.

Ya solo falta que uno de ellos recomiende que haya que usar doble par de calcetines para evitar el contagio y ya vendrán algunos periodistas a repetir lo mismo que el “experto en el tema” recomienda.

Para suerte de todos, el fútbol y —especialmente— estos magnos eventos nos recuerdan que en la vida no siempre gana el mejor ni el más fuerte.

Tiene mucho que ver con las situaciones de la vida; con la tenacidad, el esfuerzo, la resistencia, la humildad... y el sentido común.

Por ejemplo, yo me atreví a publicar en mi red social de Facebook desde el pasado 6 de julio, horas antes que se jugaran las semifinales tanto de la Eurocopa como en la Copa América, que Italia y Argentina serían finalistas.

¡Y acerté!

Cuestión de sentido común nada más.

Ahora nos queda disfrutar de la Copa Oro, aunque notaremos el bajo nivel de nuestra área en materia de fútbol.