La explicación que se le dio a la población para justificar la incorporación de EEH en la matriz energética hondureña era para garantizar mejorar el servicio de energía en todo el país, sin embargo, la medicina está saliendo peor que la enfermedad. En el último capítulo de esta telenovela, EEH repentinamente decidió, por alguna extraña razón, dejar de emitir las facturas de consumo de los últimos dos meses en varias zonas de la capital (la cual recién acaban de rediseñar para explicar mejor el desglose del consumo), a causa de lo anterior, inevitablemente ocasionó que varios abonados no paguen su servicio a tiempo, generando una seria de cortes de energía que, además de generar retrasos y malestar en los abonados, produce un ingreso adicional por “costo de reconexión”. Tomando en consideración la causa-efecto y en vista que la falta la comete EEH al no emitir las facturas de cobro, lo menos que uno espera es que sean expeditos en realizar los gestiones de reconexión en cuanto verifiquen que la mora vigente ha si cancelada en su totalidad.
Irónicamente el departamento técnico de EEH (encargado de realizar las reconexiones físicas y remotas) labora en horario de oficina de 8:00am a 5:00 pm, por lo que aunque el abonado corra a honrar su deuda tiene que esperar a ese horario para que se le restablezca el servicio en suspensión. Quejas: oportunamente todas queja debe ser procesada vía call center (118), donde los operarios han sido entrenados para deflectar toda duda o dicho en otras palabras a decir que ellos no pueden hacer nada al respecto, y que para los reclamos se debe abocar a una oficina para presentar la queja. En medicina, todos los medicamentos producen efectos colaterales, los cuales cada paciente deberá evaluar antes de consumirlos para así ponderar si se justifica el padecerlos a cambio de la esperanza de sanar gracias a iniciar un tratamiento con los mismos. Esperemos que en el caso de EEH los efectos colaterales justifiquen a corto plazo una mejoría en el sistema eléctrico nacional.
