¿Será que las presentes y futuras generaciones de jóvenes saben quiénes son o fueron: Juan Pablo Urrutia, Fernando Lardizábal, Nora Gúnera de Melgar, Elías Asfura (nacionalistas); Óscar Mejía Orellana, Efraín Bu Girón, Rubén Villeda, Vera Rubí (liberales); Hernán Corrales Padilla (Pinu)…entre otros?
O el tiempo como un reloj de arena los ha llevado con el vaivén de los años al olvido, al grado que no son recordados a pesar que sus rostros estuvieron en afiches y papeletas electorales, figuraron en los medios de comunicación, hablaron ante multitudes y algunos de ellos y ellas hasta se sintieron presidentes de la República.
Los seres humanos al parecer tenemos una tendencia natural de olvidar a ciertas personas con enorme facilidad, especialmente aquellas que se destacan en la política, los medios de comunicación y el deporte. Los que se dedican a estas actividades por lo general tienen y viven momentos de gloria que son relativamente efímeros, son pocas las personas que realmente logran dejar grabado su nombre con letras de oro en la historia de las naciones, tal es el caso de nuestros próceres como: Morazán, Valle o Cabañas…que conmemoramos cada 15 de septiembre.
Al acercarse el día de las elecciones que celebraremos este 26 de noviembre en las que participan unos 27,118 ciudadanos para disputarse 3,016 cargos de elección popular podemos decir que al siguiente día muchos pasarán al olvido, especialmente los que salgan derrotados, pues como dice el dicho: “La victoria tiene cien padres, pero la derrota es solitaria”. La historia nos indica que: “Los políticos vienen y van… pero los patriotas son eternos”.
