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Gobierno de El Salvador pondrá en marcha fuerza de choque antipandillas

A principios de abril, el Congreso aprobó una ley transitoria que endureció las medidas de control y seguridad en centros penales.

20.04.2016

San Salvador, El Salvador
El gobierno salvadoreño pondrá en marcha una fuerza especial de 'reacción rápida' para el combate frontal a las pandillas, en el marco de una estrategia para contener la violencia de esos grupos criminales, informó este martes una fuente oficial.

'Se necesita una fuerza con mayor entrenamiento, con mayor capacidad táctica que no cese en la persecución de estos grupos criminales y en este sentido se han articulado estas unidades', aseguró en un comunicado el secretario de Comunicaciones de la Presidencia, Eugenio Chicas.

Chicas indicó que la fuerza especial será lanzada el miércoles por el presidente Salvador Sánchez Cerén, estará conformada por 600 soldados de élite de las Fuerzas Armadas y 400 agentes de unidades de élite de la Policía Nacional Civil (PNC).

Esa fuerza 'no hará' tareas de patrullaje, sino de 'reacción e intervención inmediata', pues han tenido 'un alto entrenamiento en capacidad de tiro, de desplazamiento', explicó el funcionario.

A principios de abril, el Congreso aprobó una ley transitoria que endureció las medidas de control y seguridad en centros penales, con el propósito de aislar a los pandilleros y evitar que coordinen crímenes desde las prisiones.

En esa normativa aprobada, que estará vigente por un año, se ha limitado el desplazamiento de los internos en siete penales en los que se encuentran encarcelados pandilleros, quienes son sometidos a registros constantes.

La ley obliga a las empresas de telefonía a bloquear la señal de telefonía celular en el área donde se ubican esos centros penales.

Según las autoridades, los cabecillas de las pandillas encarcelados disponen de teléfonos celulares, que obtienen clandestinamente, para ordenarle a sus cómplices que están en libertad que cometan extorsiones o asesinatos.

Una veintena de asesinatos diarios ocurren en El Salvador, la mayoría de los cuales son atribuidos por las autoridades a las pandillas, que cuentan con unos 70.000 miembros (de los cuales 13,000 están encarcelados).