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Daniel Ortega rumbo a arrasadora reelección

El Tribunal electoral le otorgaba el 64% de los votos, después de escrutadas un 38% de las mesas.

07.11.2011

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se encaminaba la madrugada de este lunes a una arrasadora reelección, con un 64% de los votos, después de escrutadas un 38% de las mesas en unos comicios marcados por anomalías y obstáculos en la labor de observadores.

El inmediato seguidor de Ortega, el empresario radial derechista Fabio Gadea, reunía un 29% de sufragios, según el segundo informe oficial suministradopor el presidente del tribunal electoral, Roberto Rivas casi ocho horas después del cierre de las mesas de votación.

La esposa y jefa de campaña de Ortega, Rosario Murilllo, proclamó vencedor al líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), quien ni habló ni apareció en público luego de votar la tarde del domingo.

'A todos los nicaragüenses les decimos: cuenten con este gobierno que es de ustedes, ustedes están eligiendo al comandante Daniel, están votando porque sigamos todos juntos (...) dejando atrás resentimientos, el odio', dijo Murillo a medios oficiales, tras agradecer 'a toda Nicaragua'.

Miles de seguidores de Ortega se lanzaron a las calles, incluso antes del reporte oficial, para celebrar en la Plaza de las Victorias, en el sur de Managua, donde era esperado 'el comandante Daniel' en una gran fiesta, con bailes y música popular.

'Viva Daniel, viva el Frente', 'Ganamos, ganamos', gritaron jubilosos los sandinistas, que también se celebraron en otras ciudades importantes del país, como León, Masaya y Granada.

Al mando del segundo país más pobre de América, Ortega, aliado del presidente venezolano Hugo Chávez, tiene el respaldo de sectores humildes que se beneficiaron con los planes de asistencia financiados con la cooperación de Caracas -de 500 millones de dólares anuales-, lo que sus opositores califican de 'populismo'.

'Esta votación va ser muy alta para el Frente Sandinista, porque es la primera vez que se da una votación sin miedo', había anunciado el mandatario, que el viernes cumple 66 años, al emitar su voto.

Su postulación levantó controversia tras ser habilitada por una Corte Suprema de Justicia con mayoría de jueces sandinistas, pese a que la Constitución prohíbe la reelección consecutiva.

Antes del informe del tribunal, Gadea, de 79 años y candidato del Partido Liberal Institucional (PLI), había dicho que triunfó 'la democracia' y pidió que se respetara la voluntad popular, sin adelantar juicio sobre un resultado de los comicios.

El ex presidente Arnoldo Alemán, de 65 años, líder del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), de 65 años, quien obtenía 6,3% de los votos, afirmó previamente que no consideraba 'legal ni legítima' una reelección de Ortega.

La jornada, a la que estuvieron llamados 3.4 millones de electores, estuvo marcada por denuncias de anomalías e incidentes como algunos choques entre opositores y sandinistas en Managua y en el norte del país, con varios heridos.

'Hemos tenido dificultades' porque la 'libre circulación y libre acceso' de los observadores 'se han visto limitadas en algunos casos' al ser 'impedidos' de entrar en un 20% de 52 mesas seleccionadas como casos testigo, dijo el ex canciller argentino Dante Caputo, jefe de la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA).

El jefe de la misión de la Unión Europea (UE), Luis Yáñez, había denunciado que el CSE, de magistrados en su mayoría afines a Ortega, ha 'puesto demasiadas trabas'.

'Lógicamente como en todo proceso electoral han habido algunos obstáculos muy pequeños e insignificantes para la magnitud de la participación ciudadana. Ha sido una fiesta cívica', afirmó Rivas.

La votación, custodiada por 20,000 policías y soldados, estuvo antecedida por altercados -con dos decenas de heridos- y protestas de electores que no tuvieron sus cédulas.

Los nicaragüenses, con una historia marcada por guerras, intervenciones estadounidenses y dictaduras, votaron preocupados por la pobreza, que agobia al 45% de los 5.8 millones de habitantes, y el subempleo (53%).

A diferencia de su gobierno de los 80, Ortega estabilizó la economía (creció 4.5% en 2010), dejó negociar a los empresarios y tuvo buena relación con los organismos financieros y con Washington.

La oposición, sin propuestas claras frente a la maquinaria del sandinismo y fragmentada llegó a estos comicios limitada a aspirar a aumentar su presencia en el Congreso, de 90 diputados.