CHICAGO, ESTADOS UNIDOS.-Las dos mujeres latinas acusadas de asesinar a la
joven hispana Marlén Ochoa, a la que estrangularon y luego
robaron bebé, se declararon no culpables este lunes de la posterior muerte del bebé.
Clarisa Figueroa (46) y su hija Desiree (24) comparecieron ante un juez de la corte del Condado de Cook, donde se les leyó un nuevo cargo de homicidio en primer grado, esta vez por la muerte del bebé, Yovani López.
Finalmente falleció el 14 de junio, tras un mes y medio conectado a un respirador artificial en un hospital de Chicago.
Las dos mujeres fueron arrestadas en mayo, tras el asesinato de la joven hispana de 19 años, cuando robaron bebé para hacerlo pasar como propio.
El cuerpo de Ochoa fue arrojado a un contenedor de basura tras el homicidio. Gracias a pruebas de ADN se confirmó que el bebé robado era de la joven hispana hallada muerta.
Clarisa Figueroa (46) y su hija Desiree (24) comparecieron ante un juez de la corte del Condado de Cook, donde se les leyó un nuevo cargo de homicidio en primer grado, esta vez por la muerte del bebé, Yovani López.
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En una breve audiencia, el juez escuchó las declaraciones de no culpabilidad y resolvió que las dos sigan detenidas sin derecho a fianza.
Madre e hija que robaron bebé ya habían recibido 27 cargos formales, que incluían homicidio en primer grado, secuestro agravado, agresión agravada contra el bebé robado y desmembramiento de un cuerpo.
Bebé de joven hispana no logró sobrevivir
El bebé robado fue rescatado con vida el 23 de abril, pero sufrió daños cerebrales después de que estrangularan a su madre y lo arrancaron de su vientre. El crimen ocurrió en Chicago el pasado mes de abril.Finalmente falleció el 14 de junio, tras un mes y medio conectado a un respirador artificial en un hospital de Chicago.
Las dos mujeres fueron arrestadas en mayo, tras el asesinato de la joven hispana de 19 años, cuando robaron bebé para hacerlo pasar como propio.
Con falsas promesas robaron bebé
Atrajeron a la joven hispana con la promesa de donarle ropas y un carrito de bebé, y luego planearon asesinar a la mujer embarazada para robarle el bebé.El cuerpo de Ochoa fue arrojado a un contenedor de basura tras el homicidio. Gracias a pruebas de ADN se confirmó que el bebé robado era de la joven hispana hallada muerta.
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'Queremos que tengan un juicio justo, que pasen el resto de sus vidas en la cárcel y una eternidad en el infierno', declaró a medios locales la activista comunitaria y vocera de la familia, Julie Contreras.
