Un infinidad de ocasiones se ha escuchado decir que la gente que tiene mala suerte es porque su vida está salada, pero para ellos no hay mejor estilo de vida que estar rodeados de sal.
No son ni brujos ni adivinos ni esos hombres y mujeres que viven de “componerle” el destino a la gente. Son simplemente familias que han hecho de la sal su sustento diario.
El bello puerto de San Lorenzo, en el sur de Honduras, es uno de los principales nichos de talleres para la producción de la sal.
“Actualmente la producción de sal de manera artesanal sigue vigente en nuestro país y con una gran demanda en las zonas rurales del país, aunque también tiene muchos usos en las grandes industrias”, explica Águeda López, jefa de producción en la salinera La Llave.
Arduo proceso de elaboración
López comentó que el proceso para llevar a la sal hasta su comercialización es bastante extenso.
Todo comienza en las playas del golfo con la recolección del agua de mar para ser llevada a diques, una vez ahí se espera a que se evapore por los rayos del sol y queden formados enormes bloques conocidos en ese estado como salitres. López afirma que este proceso puede llevarse hasta un año.
Una vez que la sal cristaliza, pero antes de que se evapore totalmente el agua, se procede a su recolección y yodización. Esta operación se efectúa con ayuda de palas, rodillos y rastrillos, explica la jornalera. Posteriormente se lleva a los talleres de procesamiento de sal, donde es empacada y pesada para sus transporte hacia diferentes puntos del país.
“En las salineras artesanales a base del trabajo solar de evaporación es donde se obtiene la sal de mayor calidad. Lamentablemente hemos perdido el gusto por la buena sal”, enfatiza.
Usos en la actualidad
Águeda comenta que la sal artesanal está presente en la cocina tradicional hondureña, empleándose en la elaboración de quesos y para conservar alimentos. De igual manera comentó que se utiliza en la producción agropecuaria.
Como alimento la sal aporta elementos minerales de un gran interés para la salud, aunque también se recomienda un consumo con consideración.
Si en sus planes está visitar el exuberante puerto de San Lorenzo no deje de visitar los diferentes centros de producción de la sal y conocer un poco más de este interesante proceso.