Tegucigalpa, Honduras.- La temporada de ciclones en el océano Atlántico contempla posible formación de hasta cinco huracanes que alcanzarían una categoría peligrosa, informó la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias (Copeco).
La temporada ciclónica en el Atlántico iniciará este domingo 1 de junio y culminará hasta el 30 de noviembre. Estos fenómenos se forman en el Golfo de México y el mar Caribe.
"Los huracanes que se forman en el mar Caribe son los que más nos afectan a los hondureños. Por lo tanto, debemos prestarle mucha atención a este pronóstico", enfatizó Francisco Argeñal, director del Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos).
Se vaticina que en el océano Atlántico se formen alrededor de 13 a 17 tormentas tropicales, de las cuales seis a diez podrían elevarse a la categoría de huracán. De estos huracanes, entre cinco a diez superarían la categoría tres, convirtiéndose en fenómenos mucho más peligrosos.
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Asimismo, Argeñal detalló que la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) y el Servicio Meteorológico de los Estados Unidos informaron que existe un 60% de probabilidad de que la actividad ciclónica esté por encima del promedio.
Existe un 30% de probabilidad de que la actividad ciclónica se mantenga en su promedio habitual, y solo un 10% en que esta sea inferior al promedio.
Los nombres que llevaría cada ciclón formado en el Atlántico en este año son los siguientes: Andrea, Barry, Chantal, Dexter, Erin, Ferdinand, Gabrielle, Humberto, Imelda, Jerry, Karen, Lorenzo, Melissa, Néstor, Olga, Pablo, Rebekah, Sebastien, Tanya, Van y Wendy.
Por otro lado, la temporada ciclónica en el océano Pacífico comenzó el pasado 15 de mayo. En esta región, se pronostica la formación de 16 tormentas tropicales.
Nueve de estas tormentas podrían transformarse en huracanes, de los cuales cuatro podrían alcanzar categorías de alto riesgo.
En noviembre de 2024, la tormenta tropical Sara afectó severamente al territorio hondureño, dejando a seis personas fallecidas, miles de personas damnificadas que perdieron sus propiedades y millonarias pérdidas por daños en la infraestructura.
