Entre confusión y gritos: Así se desarrolló el desalojo en iglesia Aposento Alto
Bajo una fuerte presencia policial, se ejecutó este martes el desalojo de la Iglesia Evangélica Aposento Alto, ubicada en El Pedregal, Comayagüela, en medio de la oposición de los miembros de la congregación que luchan por mantener su autonomía.
- 29 de abril de 2025 a las 11:31

Entre escenas de lágrimas y oraciones, los feligreses intentaron resistir la acción judicial que busca transferir el control del templo a la Conferencia Evangélica de las Asambleas de Dios, a la que pertenecía el pastor Cálix antes de su fallecimiento.

El desalojo de Aposento Alto se produjo tras una prolongada disputa por la propiedad del templo, donde un sector de la congregación rechaza la intervención de la Conferencia y defiende su independencia administrativa y espiritual.

Marlon Arévalo, representante legal de la congregación de Aposento Alto, expresó su rechazo al proceso, calificándolo como una "estafa ideológica", argumentando que el traspaso del inmueble a la Conferencia Evangélica de las Asambleas de Dios nunca fue parte de los principios originales de la iglesia.

Tras una apelación presentada por la defensa legal de la iglesia, los miembros esperan revertir la orden que busca entregar el inmueble a las Asambleas de Dios, manteniendo viva la esperanza de conservar su independencia.

Mientras el desalojo se desarrollaba, una persona se desmayó debido a la tensión emocional, reflejando el profundo dolor y la indignación que embargó a muchos de los congregantes en este día de gran conmoción.

Según representantes de las Asambleas de Dios, el desalojo no busca cerrar ni vender el templo, sino restablecer el orden interno, nombrando nuevas autoridades que lideren la congregación de acuerdo con los estatutos de la organización.

Los pastores y directivos de las Asambleas de Dios, invitaron a los feligreses a permanecer en la iglesia. "Les invitamos a que vengan el domingo y verán que los cultos continuarán", dijeron, buscando transmitir un mensaje de unidad y tranquilidad en medio de la crisis.

Entre la incertidumbre, muchos miembros señalaron que el conflicto radica en la falta de respeto a las decisiones de la mayoría, pues mientras una parte apoya la continuidad de la viuda de Luis Cálix como líder de la congregación, otros quieren algo distinto.

El proceso de desalojo se realizó bajo la atenta mirada de vecinos y medios de comunicación, quienes documentaron cada momento de esta dolorosa separación que marcó a la comunidad cristiana de El Pedregal.

En medio del desalojo, los fieles oraron y clamaron en voz alta, aferrándose a su fe en busca de fortaleza ante lo que consideran una injusticia en contra de su iglesia y su historia.

La ruptura en Aposento Alto refleja el impacto que puede tener la falta de acuerdos claros tras la partida de líderes y fundadores que han sido muy apreciados.

A pesar de la presión, la congregación insiste en que sus derechos deben ser respetados y que la propiedad del templo no puede ser transferida a la Conferencia, sin el consentimiento libre y mayoritario de sus miembros.

La tensión se agudizó cuando representantes de la Conferencia de Asambleas de Dios intentaron dialogar con miembros reacios al cambio, quienes los acusaron de actuar en contra de los deseos fundacionales del pastor Cálix.

Las lágrimas de los congregantes caían mientras los bienes de la iglesia eran resguardados bajo vigilancia policial, en un escenario que contrastaba con los habituales cultos de paz y unidad celebrados en el templo.

Los líderes de la Conferencia sostienen que su intención es organizar la congregación mediante una asamblea general abierta a todos los miembros, para elegir nuevas autoridades legítimas.

Muchos de los miembros consideran que las acciones emprendidas no respetan el legado espiritual y organizativo dejado por su fundador, lo que genera una profunda fractura en la comunidad.

El conflicto de la Iglesia Aposento Alto evidencia los desafíos legales que enfrentan las organizaciones religiosas en Honduras, especialmente en temas de propiedad, sucesión de liderazgo y autonomía congregacional.

Mientras el futuro de la Iglesia Aposento Alto se define, por la apelación en los tribunales, su congregación mantiene viva su fe y su esperanza de poder seguir adorando en el templo que sienten como su hogar espiritual.