Historia de William Pineda, alias "El Cabezón", sospechoso en crimen de Kimberly Sabillón
Antes de verse implicado en el crimen de la pequeña Kimberly Sabillón y en el mundo de las drogas, William Pineda fue un militar que sirvió a su país
- 25 de noviembre de 2025 a las 18:50
El consumo de drogas hizo que William Pineda, alias "El Cabezón", quedara en condiciones irreconocibles, afectando tanto su estado físico como mental. Ahora es el principal sospechoso de la muerte de Kimberly Sabillón, quien fue encontrada sin vida y abusada en Santa Bárbara. Conoce sobre su historia:
La comunidad de Petoa, Santa Bárbara, se encuentra consternada tras el brutal crimen de la pequeña Kimberly Sabillón, de seis años, cuyo cuerpo fue encontrado el lunes en una zona cercana a su vivienda. Las autoridades capturaron a William Pineda, conocido como “El Cabezón”, como principal sospechoso del hecho.
Según el relato de lo ocurrido, la menor había salido ese mismo día a comprar malteadas a una pulpería cercana, pero después de varios minutos no regresó a su hogar, por lo que su familia inició la búsqueda con el apoyo de vecinos.
Pese a la esperanza de encontrarla, la niña fue hallada sin vida alrededor de las 5:00 de la tarde, con múltiples lesiones presuntamente provocadas con un objeto corto contundente y con signos de abuso, según reportes preliminares de las autoridades.
Su cuerpo estaba desnudo y cubierto con hojas de una mata de guineo, a la orilla de una quebrada en la misma comunidad, y pocas horas del crimen fue detenido el principal sospechoso.
Equipos policiales detuvieron a quien fue identificado preliminarmente como William Pineda, alias "El Cabezón", un exmilitar de la zona, conocido en la comunidad por su conducta agresiva en los últimos años.
Quienes conocieron a Pineda relataron que en su juventud fue un hombre servicial y de carácter tranquilo antes de ingresar al Batallón. Sin embargo, su comportamiento cambió drásticamente después de salir de la institución militar, según testimonios de vecinos de la Aldea El Paraíso.
Los habitantes aseguran que cayó en el consumo de drogas y que su deterioro físico y mental se volvió evidente con los años. Señalan que siempre cargaba un machete afilado y que en días recientes había ingresado a fincas ajenas para cortar matas de guineo sin permiso.
El subinspector Alejandro Valladares, portavoz de la Policía Nacional, informó que al detenido se le realizaron pruebas tecnocientíficas y biológicas para determinar su nivel de participación en el crimen.
La DPI continúa con las investigaciones y mantiene activos todos los protocolos correspondientes para esclarecer lo ocurrido.