En el último trimestre, los contagios de covid-19 en Honduras y otras partes del mundo han reportado alzas. La aparición de nuevas subvariantes, nombradas “Pesadilla del infierno” y “Perro del infierno”, ya dejan sus estragos. A continuación sus síntomas y otros datos.
Han pasado dos años desde que el covid-19 se declaró pandemia y se han detectado una serie de mutaciones. Las últimas variantes son las llamadas “Perro del infierno” y “Pesadilla del infierno”, BQ1 y XBB o BW.1, respectivamente, que predominan en Estados Unidos.
Sobre la variante XBB, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que proviene de la variante Ómicron. “XBB se ha detectado en 35 países”, reveló la OMS. Las subvariantes XBB y BQ.1 vienen de las variantes BA.2 y BA.5 de ómicron respectivamente, las cuales llegaron en octubre y noviembre. Además, la BQ.1 tuvo más impacto en Europa y Estados Unidos, por su lado, la XBB logró más presencia el continente asiático, principalmente en países como India y Singapur.
Los expertos a nivel internacional denominan a esta variante “de pesadilla”, ante la mayor resistencia a los anticuerpos de lo que lo hacen otras variantes y subvariantes detectadas hasta la fecha, especialmente de ómicron, de acuerdo a la Agencia de Medicamento Europea (EMA).
Por su parte, La variante BQ.1 o “perro del infierno” es una cepa que según los especialistas es entre 10 y 30 por ciento más contagiosa que sus predecesoras BA.4 y BA.5 de ómicron.
Ante estas dos variantes, la OMS explica que “no hay datos sobre la gravedad o el escape inmunitario de los estudios en humanos, BQ.1 muestra una ventaja de crecimiento significativa sobre otros sublinajes de Ómicron circulantes en muchos entornos, incluidos Europa y los Estados Unidos”.
“Es probable que estas mutaciones adicionales hayan conferido una ventaja de escape inmunológico sobre otros sublinajes de Ómicron circulantes. y, por lo tanto, un mayor riesgo de reinfección es una posibilidad que necesita más investigación”, afirma el estudio de la OMS.
¿Cómo diferenciar ambas variantes? Los linajes del covid-19 comparten similitudes entre sí que pueden llegar a confundir a las personas.
Los síntomas más comunes del “Perro de Infierno” son: el dolor de garganta, tos, cansancio, diarrea, malestar general, escurrimiento nasal, dolor de cabeza, cuerpo cortado, pérdida de olfato y gusto además de sensación de ahogo.
Los síntomas de la variante “Pesadilla del infierno” son: fiebre, escalofríos, fatiga, dificultad para respirar, dolor corporal, dolor de garganta, náuseas, diarrea, vómito y congestión nasal.
A nivel mundial, el impacto de estos linajes ha sido menor por el avance en el proceso vacunación, sin embargo, las autoridades están en alerta constante ante el desarrollo de las mismas por su resistencia a las inoculaciones.
Actualmente, la variante predominante sigue siendo ómicron, con un 87,8 % de los casos, dice la OMS, y entre las subvariantes predominan, con sus respectivos sublinajes, BQ.1, XBB, BA.2.75, BA.4.6 y BA.2.3.20.
El Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) informaron que la variante fue responsable de más del 5 % de las nuevas infecciones en EEUU en la última semana de noviembre del presente año.
Según un estudio del New England Journal of Medicine del 7 de diciembre, reveló que la variante “Pesadilla del Infierno”, por su composición, puede eludir más la protección de las vacunas que las variantes BA.5 y BA.2, lo que la vuelve contagiosa en comparación a sus predecesoras.
En su reporte de octubre, la OMS consideró que “hasta qué punto la capacidad de eludir protecciones de “Pesadilla del Infierno” es suficiente para impulsar nuevos repuntes de infecciones parece depender del estado inmunológico de una región, cómo fue afectada por olas anteriores de ómicron y la amplitud de las vacunaciones”.
En el caso de Honduras la Unidad de Vigilancia de la Secretaría de Salud (Sesal) ha reportado más de 100 casos de covid-19 en el país en las dos últimas semanas: la mayoría corresponde al Distrito Central, en Francisco Morazán.