“¿Hoy es 12 de septiembre?”, preguntó Carlos. Una de las personas que se encontraba en la sala le respondió: “13, señor”.
“Oh, Dios, puse la fecha equivocada”, añadió Carlos, al tiempo que preguntó de nuevo: “¿Es 13?”... “Sí, señor”, dijo nuevamente la otra persona.
“Pusiste 12 antes”, le dijo Camila, quien se encontraba parada junto a él. “Oh, Dios, odio esto”, dijo por su parte Carlos, levantándose de la silla y dándole la pluma a su esposa.
Ella se percató de que la tinta se estaba derramando y que le había manchado las manos y él, visiblemente molesto dijo: “¡No puedo soportar esta maldita cosa!”