El estilo de Jacob Elordi: así viste el actor que marca tendencia en 2025
El australiano ha dejado de ser únicamente una cara televisiva para convertirse en un referente de la moda masculina contemporánea. Su estilo, construido sobre la mezcla de sastrería impecable, punto contundente y una inclinación por los accesorios, aparenta espontaneidad, pero obedece a pautas claras
- 02 de diciembre de 2025 a las 11:43
Esa capacidad de Jacob Elordi para transitar alfombras rojas y paseos por la ciudad con la misma coherencia lo ha situado en la órbita de las casas de lujo; prendas básicas, pero de cortes y tejidos impecables son la base de un estilo que es referente masculino por prescriptores de moda.
Desde los primeros focos que le dieron visibilidad, Elordi ha conjugado dos vertientes en su imagen pública: “la del traje clásico, muchas veces con cortes angulares y reminiscencias del cine, y la del atuendo urbano enriquecido por accesorios que rompen la monocromía”, explica el diseñador y estilista Rubén Murga.
En los inicios de su carrera su estilismo le apostó a un estilo sin excesos, limpio, entallado y moderno.
Pero este año el giro ha sido notable: en la alfombra roja se le ha visto apostar por smokings y abrigos precisos.
Fuera de la alfombra, por cárdigans, vaqueros rectos y camisetas básicas que sirven de lienzo a bolsos, pañuelos y gafas de sol. Esa dualidad refuerza su presencia mediática y explica por qué las firmas buscan asociarse con su figura.
Un rasgo recurrente en los análisis de su estilo es la importancia de los accesorios como elemento estructurante. “Piezas sencillas de base complementadas con hasta cinco accesorios —pañuelos, gafas, gorros, bolsos y hasta libros— que actúan como señas de identidad”, desgrana Murga.
En los últimos meses Elordi ha practicado lo que algunos cronistas han llamado "method dressing": utilizar el vestuario como prolongación de un personaje o de una narrativa cinematográfica.
Durante la promoción de "Frankenstein" lució prendas que remitían a la estética de la película, demostrando que su selección de piezas puede dialogar con el material artístico que presenta. No es mera puesta en escena; sino un uso reflexionado del vestuario como herramienta de comunicación.
“El apartado técnico de su estilo revela elecciones precisas: preferencia por la sastrería minimalista en tonos serios, mezcla de volúmenes cuando integra punto o cazadoras de cuero, y el uso de calzado clásico para enlazar ambas estéticas”, explica el estilista.
Su silueta, alta —mide 1.97 metros de estatura— y proporcionada, le permite jugar con largos y anchuras que en otros cuerpos resultarían desajustadas.
Aun así, esa aparente facilidad no es casual: la repetición de ciertos patrones —trajes con solapa fina, cinturones discretos, camisas de corte limpio— describe una gramática propia que los medios han empezado a descifrar.
Mirando al futuro próximo, la trayectoria estética de Elordi sugiere varias posibilidades: puede consolidarse como la cara visible de un tipo de masculinidad elegante y ligeramente melancólica; puede, también, ampliar su repertorio incorporando colaboraciones más eclécticas o apostando por siluetas menos convencionales.