Cuatro hijos y un hombre "que resuelva": Fátima Bosch revela lo que desea para su vida
Fátima Bosch, Miss Universo 2025, expone su concepción del amor, el matrimonio y las cualidades que considera esenciales en el hombre con el que decida compartir su vida
- Actualizado: 26 de diciembre de 2025 a las 11:10
En medio de compromisos oficiales y una agenda que apenas concede pausas, Fátima Bosch ha optado por hablar desde un territorio poco habitual en las reinas de belleza para adentrarse en una faceta más personal.
La actual Miss Universo 2025 desarma uno de los rumores más repetidos en los certámenes al referirse a la supuesta restricción sentimental.
En entrevista para Quién, aclara que “no hay ninguna norma, es como un mito... una leyenda. No hay ninguna norma que te diga que no puedes tener novio”.
En su caso, la soltería fue una determinación práctica y consciente: “Yo cuando estuve participando en Miss Universo México y en Miss Universo dije 'No hay manera que tenga novio'. Yo estaba soltera... archivé todos mis chats y fue como 'Adiós'. Es para no distraerte, una relación con una agenda tan apretada es muy difícil de manejar”.
La maternidad tampoco aparece como una idea difusa o lejana. La reina de belleza lo expresa con la misma determinación con la que aborda otros aspectos de su vida.
“Yo quiero tener cuatro hijos. Amo a los bebés, son mi fascinación desde que estoy chiquita. Quiero cuatro bebés y dos perritos... quiero salvar a todos los perritos del mundo”.
Cuando describe al hombre con el que imagina compartir su vida, Bosch sitúa el eje en lo esencial: “La primera que ame a Dios, porque si ama a Dios va a entender cómo amar a los demás y por ende cómo amarme a mí”.
Desde ahí se desprende una lista de valores que no presenta como exigencias caprichosas, sino como coherencia personal.
“Soy muy exigente porque sé lo que puedo dar y también sé el tipo de persona que quiero a mi lado. Que sus valores y mis valores vayan de la mano... que sea educado, caballeroso, me gusta muchísimo sentir que me protegen, es un must”.
La admiración y la capacidad de tomar decisiones aparecen como condiciones innegociables: “Que tenga metas, que tenga visión porque si yo no admiro a la persona tampoco... que resuelva. Si no resuelven, no”.
“Que me ame tal cual soy, que no me quiera cambiar, que me acepte si estoy cantando, llorando o comiéndome una hamburguesa”, agregó.
La definición se cierra con una frase que condensa su manera de entender el vínculo: “Alguien que entienda mi alma para que no tenga que pasarme toda la vida explicándole cómo me tiene que querer”.