De atleta olímpico a capo del narcotráfico: la caída del canadiense Ryan Wedding
Ryan Wedding, quien representó a Canadá en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2002, es señalado por Estados Unidos de dirigir una red internacional de tráfico de cocaína
- 20 de noviembre de 2025 a las 14:42
Ryan Wedding, exsnowboarder canadiense que compitió en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2002, pasó de representar a su país en Salt Lake City a encabezar, según autoridades estadounidenses, una compleja organización de narcotráfico con operaciones en tres continentes.
Su trayectoria deportiva dio un giro radical tras retirarse, cuando comenzó a operar desde México y expandió sus conexiones criminales.
De acuerdo con el Departamento de Estado, Wedding figura entre los diez fugitivos más buscados del FBI.
Las autoridades sostienen que, tras abandonar el deporte profesional, consolidó una estructura delictiva que lo convirtió en uno de los principales distribuidores de cocaína en Canadá.
"(Wedding) controla una de las organizaciones de narcotráfico más prolíficas y violentas del mundo. Actualmente es el mayor distribuidor de cocaína en Canadá", declaró la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi.
La funcionaria aseguró que Wedding mantiene vínculos estrechos con el Cartel de Sinaloa y que trafica cada año alrededor de 60 toneladas de cocaína colombiana hacia Los Ángeles utilizando camiones que cruzan desde México.
Investigadores federales detallan que la red dirigida por Wedding recibía cocaína producida en Colombia, transportada por rutas internacionales hacia México.
Con el apoyo logístico del Cartel de Sinaloa, la droga era almacenada y trasladada mediante empresas fachada registradas a nombre de sus colaboradores.
Posteriormente era movilizada hacia Estados Unidos, donde continuaba su ruta hasta Canadá, mientras las ganancias se camuflaban mediante compañías establecidas en México, Canadá y Europa.
Wedding enfrenta cargos en Estados Unidos por dirigir una empresa criminal, conspiración para distribuir cocaína y asesinato.
La fiscalía anunció nuevos señalamientos por intimidación de testigos y homicidio, luego de que un testigo federal fuera asesinado en Medellín en 2024.