Tegucigalpa, Honduras.- Más allá de las promesas de campaña electoral y la imagen como políticos consolidados o nuevos, la mayoría de los precandidatos cerraron ayer sus actividades proselitistas usando la misma retórica, poco o nada novedosa con un enfoque de ser la mejor opción frente a sus adversarios.
Así lo consideraron analistas consultados por EL HERALDO previo al período de silencio electoral que inicia a partir de la medianoche del martes y que finalizará este sábado, es decir 24 horas antes de los comicios primarios venideros.
Los precandidatos presidenciales de los tres partidos políticos que participarán en la justa democrática fueron quienes tuvieron más mítines durante el pasado fin de semana, mientras que otros aprovecharán este lunes para persuadir a los electores y garantizar votos a su favor.
En San Pedro Sula y Tegucigalpa estuvo Rixi Moncada postulante por seis movimientos de Libertad y Refundación (Libre) a la candidatura a la primera magistratura del país.
El precandidato del Partido Liberal por la corriente Juntos por el Cambio, Jorge Cálix realizó un recorrido por Yoro, Puerto Cortés, teniendo prevista hoy su última actividad en la capital industrial del país.
Mientras que en la recta final del plazo de propaganda electoral que comenzó desde el 18 de enero Salvador Nasralla que encabeza el movimiento Vamos Honduras visitó Cantarranas y San Pedro Sula.
En la sede del Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal (CCEPL) se concentró junto con sus seguidores la precandidata presidencial liberal Maribel Espinoza en representación de la corriente Todos por Honduras.
Más mediáticos
El analista Filadelfo Martínez mencionó a EL HERALDO que “el discurso (político) ha apelado más a la parte mediática, no propositiva y la confrontación con Libertad y Refundación con un tema que es clave, tema de corrupción, extradición; la campaña se diluyó en cuál es el precandidato tiene las mayores opciones de ganar”.
Los aspirantes presidenciales del PL tuvieron un discurso que de una u otra forma refleja la renovación de energías dentro del liberalismo, aseguró al tiempo que indicó que “sin que esto trascienda en cuanto a propuestas de fondo para resolver los grandes problemas del país, por eso para mí fue una campaña gris”.
“En el Partido Nacional tienen un precandidato como Nasry Asfura que pese a que no es un hombre con gran capacidad de discurso si tiene una imagen de hombre trabajador, pero fuera de eso no aparece como un político con intenciones de ganar porque se cuestiona de una u otra manera que su precandidatura sobrevive gracias a ciertos pactos que pueda tener y que nosotros no conocemos su alcance con la dirigencia del partido de gobierno (refiriéndose a Libre), planteó el exrepresentante de la organización Democracia Sin Fronteras.
En el caso de la retórica de Moncada en Libertad y Refundación mencionó que “por un lado es un discurso que no recoge las necesidades del pueblo hondureño y un discurso hasta cierto punto extraño a la dinámica política hondureña, toda esta confrontación que no es exactamente un discurso de izquierda, es un discurso que recoge elementos de la fraseología izquierdosa para lucir diferentes a las propuestas del Partido Liberal y Partido Nacional y fuera de ese afán el partido de gobierno se atiende con las élites que dominan el país”.
Un discurso con alguna novedad de última hora muy poco determinaría en el electorado hondureño y no funciona así la política del país sin que la retórica de los precandidatos pase más de lo fervoso, sostuvo Martínez.
Cansados
De su lado, el especialista y catedrático, Lester Ramírez, manifestó a este rotativo que “la población cuando escucha esos mensajes, esa retórica creo que muchos sectores ya están cansados de eso y no cala en quienes no son simpatizantes de Libre”.
“La oposición -política- va a tener que dar una narrativa de esperanza, de por qué son mejores ellos y darles el voto de castigo (al oficialismo en las elecciones generales)”, enfatizó.
La clase política y rostros nuevos tuvieron 50 días antes de la justa democrática del siguiente domingo para hacer propaganda con fines electorales y podrán volver a pedir el voto 24 horas antes de los comicios.