Sexo y pareja

El vínculo entre ansiedad, estrés y sexualidad: ¿Cómo afrontarlos?

La ansiedad está afectando el deseo, esto es lo que dice un especialista
25.10.2023

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Vivimos tiempos atípicos. Esta crisis, que parece perpetua, nos ha llevado a un estado de ánimo colectivo centrado principalmente en la ansiedad y el estrés, que a su vez afectan todos los aspectos de la vida, incluida la sexualidad.

Estas patologías psicológicas podrían estar afectando el deseo sexual de las personas y, en su defecto, han dado lugar a trastornos como la disfunción sexual femenina.

Basándose en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Enfermedades Mentales (DSM-5), Antonio Escobar, psicoterapeuta de pareja, señala que “el trastorno del interés/excitación sexual femenino se manifiesta principalmente por una disminución significativa del deseo sexual, los pensamientos sexuales, el interés por iniciar actividades sexuales, excitación o placer sexual, excitación por estimulantes internos o externos y una falta de sensaciones genitales y no genitales durante el sexo”.

Y más allá de lo hormonal, anatómico, por medicamentos, tratamientos o enfermedades médicas, las causas pueden ser psicológicas: baja autoestima, estrés, ansiedad, depresión, problemas en la relación, pobre imagen corporal o traumas.

Busque ayuda profesional si tiene problemas con su estado de ánimo o dificultad para comunicarse con su pareja. Si es algo fisiológico, consulte a un médico.

“Desde el enfoque psicológico es importante abordar la causa del problema, ya sea a nivel individual o de pareja. En cualquier caso, esto debe ser platicado y discutido con la pareja para que él sepa qué está pasando y pueda ser más comprensivo al respecto. El apoyo de la pareja es crucial para el desarrollo de la problemática”, apunta.

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El tratamiento no médico para la disfunción sexual femenina incluye varias estrategias, por ejemplo, la comunicación abierta.

Incluso si no está acostumbrado a hablar sobre lo que le gusta o no, aprender a hacerlo y brindar retroalimentación no amenazante propicia un mejor vínculo. Además, es clave promover un estilo de vida más saludable.