Empleos

El emprendedor, ¿nace o se hace?

Según experto, carecer del ADN “correcto” no limita la concepción de un negocio, la clave está en potenciar las habilidades en el camino
15.05.2024

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El debate es abrumador. Psicólogos, empresarios y teóricos económicos han especulado sobre si los emprendedores nacen o se hacen, en otras palabras, si se está predispuesto a emprender gracias a la constitución genética o si esa disposición proviene del entorno, la preparación u otro factor externo.

Para Juan Pastor Bustamante, experto español en creatividad e innovación, el debate naturaleza vs. crianza - mirando factores más allá del emprendimiento - tiene un punto de inflexión.

Si bien las tasas de éxito empresarial están más influenciadas por los genes de una persona que por su grado de educación, independientemente del ADN las posibilidades de hacer un negocio exitoso no son inamovibles. Incluso los empresarios con el ADN “correcto” pueden tener éxito si pasan suficiente tiempo puliendo sus habilidades, adquiriendo experiencia como emprendedores y comprometiéndose con mejores ideas.

Los retos de los emprendedores

“Con base en mi trayectoria, he encontrado gente que no se había planteado ser emprendedor, pero que a través de la formación y el asesoramiento logran desarrollar ideas de negocio sustentables. Por ejemplo, todos tenemos capacidad creativa, pero se necesita potenciarla a través de técnicas o métodos, lo mismo ocurre con el espíritu emprendedor”.

“Todos tenemos la capacidad de emprender, pero gracias al aprendizaje, buenos mentores y buenos equipos que apoyen una estrategia bien planteada, podemos desarrollar ese espíritu emprendedor que no solo tiene que ver con montar empresas”, afirma.

La necesidad, la educación, la sociedad, las oportunidades y los recursos son factores que, según el experto, suelen influir en el espíritu emprendedor.

Lo que dice la ciencia

Un estudio de la Case Western Reserve University, que analizó específicamente las tendencias empresariales, llegó a la conclusión de que los hermanos idénticos o gemelos tenían tasas mucho más altas de “tendencias empresariales compartidas” que sus contrapartes fraternales o sujetos del grupo de control.

La exploración adicional de los datos, incluida la investigación de la genética molecular, ha rastreado esta heredabilidad genética en cuatro rasgos empresariales básicos, cada uno de los cuales aumenta la probabilidad de convertirse en un empresario: la probabilidad de comenzar un negocio, la capacidad de identificar nuevas oportunidades, la tendencia a trabajar por cuenta propia y la extroversión.

Según encuestas, el 1% de los empresarios encuestados cree que la educación superior desempeñó algún papel en la configuración de su mentalidad de negocios.