En lo más parecido a un 'mercado de pulgas', este pasaje entre el emblemático puente de Comayagüela y el famoso edificio de Casa Alianza, se encuentran enseres usados y viejos, pero en buenas condiciones, es la zona donde docenas de hombres y mujeres consiguen dinero para alimentar a a sus familias.
Allí encontramos a dos hermanos, Carlos Humberto y Víctor Manuel Hernández, quiénes por casi dos décadas se han dedicado a darle vida a objetos que muchos no quieren, pero que otros necesitan. De esa labor se sostienen sus familias y los estudios de sus futuras generaciones.
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¿Te hace falta algo y no tenés prespuesto? Acá hay cargadores, celulares pasados de moda y licuadoras parte de aquellos objetos que algunos consideran basura, pero que otros miran como una fuente de ingresos.
Carlos y Víctor además de la sonrisa humilde y nerviosa, cuentan con severas quemaduras provocadas por el sol en su rostro, vestimenta polvosa y manos llenas de llagas debido a la manipulación de filosos e incómodos utensilios que reparan a diario.
Según Carlos, a su puesto de trabajo llegan varios compatriotras con objetos que se han encontrado entre la basura o que no necesitan en sus hogares para vendérselos.
¡Sabías que...!En el sector puedes encontrar objetos desde 2.00 lempiras en adelante |
'Tengo 19 años de trabajar aquí de forma honrada. Yo compro las cosas que me ofrecen, buenas o malas, todo sirve, y las revendo, ya sea como repuesto o para que la vuelvan a utilizar en los hogares que no tienen capacidad de comprarla nueva', expresó Carlos, mientras le cambiaba una batería a un reloj que le acababan de vender.
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'Aquí donde nos ve, mantenemos a nuestras familias. A veces vendemos 200.00 lempiras a veces nada', relató Víctor segundos después de su hermano.
Pero no son los únicos, a lo largo de la acera hay otras personas con puestos similares, formando así casi un 'mercado de pulgas' donde los aparatos tienen una segunda oportunidad.