El infante lleva una pesada carreta donde traslada un barril de plástico lleno de desperdicios, pero en su infinita imaginación su herramienta de trabajo es una veloz motocicleta que tiene por misión llevar un “tesoro” a un punto específico para ganar la competencia.
A sus 8 escasos años, Josy es un ejemplo de gallardía porque ayuda a su madre en el negocio de frutas y verduras que atiende cada fin de semana en la Feria del Agricultor, ubicada a un costado del Estadio Nacional de la capital.
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“¿Creés en Santa?”, preguntó el equipo de EL HERALDO al pequeño, segundos después de haber detenido su marcha, pues aunque su fuerza de voluntad lo hacía ver como un guerrero, su fuerza física evidenciaba la fragilidad de su pequeño cuerpo ante la carga que llevaba en su carreta.
“¡Sí, sí! Este año le pediré que me traiga a mi papá”, contestó de forma pausada invadido por los nervios.
Y es que Nelly Xiomara Maradiaga, madre del menor, explicó que el padre de Josy salió del territorio hondureño en busca de mejores oportunidades, este lunes cumple 24 días desde que partió hacia el extranjero y su pequeño ya siente su ausencia.
Este 2021, su Navidad será diferente por la distancia que lo separa de su papá, pero un juguete ayudará a devolverle la sonrisa a este pequeño campeón.
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Décimo séptima edición
Pese a la difícil situación por la pandemia, EL HERALDO se embarca de nuevo, tal como en los últimos 17 años, en la noble misión de encender la chispa de la solidaridad en los hondureños y pintar sonrisas infantiles con su apoyo.“Regale un juguete en Navidad” es el canal por el que Santa busca compartir un juguete con los niños capitalinos y para ello ya instaló una sucursal de su taller en las oficinas de este rotativo, ubicadas en la salida al sur, frente a Ferromax.
Las empresas, entidades y ciudadanos solidarios pueden sumarse a la campaña que desde el año 2004, bajo la sombrilla de Soli-Diario, impulsamos de forma consecutiva.
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Para Felipe Maldonado, jefe de la clínica de psicología de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, el hecho de que un niño reciba un regalo en Navidad -sobre todo ahora que el país atraviesa una crisis sanitaria, política y social- crea un sentimiento de alegría, entusiasmo, amor, cariño, seguridad, paz y empatía.
Incluso, obsequiar un juguete a los menores resulta beneficioso para su salud mental, agregó el profesional de la psicología.
José Joel Sánchez, un vecinito del barrio El Pastel de Comayagüela, junto a su hermano mayor se desentiende de las dificultades que su progenitora Wendy Campos atraviesa para alimentarlo y se concentra en su deseo.
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Su viveza le permite comprender que un juguete le dará el doble de felicidad que el carrito amarillo, sin llantas y sin puertas con el que juega.
Al deseo de estos dos pequeños se suma Justin Rodríguez, un jovencito cuyo concepto de la Navidad lo mantiene íntimamente ligado con la alegría y la familia. “Yo quisiera que Santa me trajera un juguete, no importa cuál sea”, dijo, mientras ayudaba a su madre a adornar un arreglo floral en un negocio ubicado frente al cementerio Jardines de Paz Suyapa.
¡Es momento de ser solidario y hacerlos felices!
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