Tegucigalpa
En plena espera de su turno en la terminal de buses para hacer su recorrido diario, de repente su tranquilidad es interrumpida por individuos desconocidos que dejan una carta o teléfono celular.
Al extender el papel blanco se puede leer una amenaza hecha a computadora que demanda el pago semanal de 700 lempiras por cada unidad.
En otro caso, el despachador de los buses tiene entre sus manos sudorosas un teléfono que a la hora acordada recibe una llamada, siempre con el mismo mensaje.
Según los dirigentes del rubro, todas las rutas siguen muy afectadas por la extorsión y la delincuencia común.
Sin embargo, existen varias que son más vulnerables, ya que los grupos criminales son quienes asignan a los conductores de cada unidad.
“El problema que pasó en esta semana que se pararon varias rutas, por unas horas, fue debido a las amenazas que tuvieron los conductores, pero luego de asignar seguridad, los conductores siguieron laborando”, contó Jorge Lanza, dirigente del transporte en la capital.
A medio vapor
Con frecuencia los grupos criminales solicitan aumentos en la extorsión, debido a este problema todas las semanas se reportan paros de los buses que duran horas.
EL HERALDO realizó un recorrido por varias rutas de buses y constató que no están dando el servicio a un 100 por ciento.
“Cada vez que los conductores reciben amenazas deciden pararse, ya que temen perder la vida. En lo que va de este año 41 personas del rubro han sido asesinadas”, aseveró Lanza.
Las rutas que más han tenido problemas en los últimos meses han sido las que viajan hacia las colonias Arturo Quezada, Kennedy, Villa Nueva, Los Pinos, Cerro Grande, El Reparto y El Sitio, entre otras.
Según las autoridades de la Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas, las denuncias de los trabajadores del volante son pocas debido al temor.
También resultan afectados con estos paros cientos de usuarios que tienen que ingeniárselas para llegar a sus destinos.
“Ahora no es tan complicado moverse cuando hay un paro de buses, pero eso sí, uno gasta mucho más ya que hay que pagar colectivo o si es algo urgente hasta taxi directo”, expresó Marcos Argueta, un capitalino.
El usuario del transporte afirmó que la inseguridad que se vive en el transporte urbano es elevada debido a la falta de vigilancia del gobierno.
En la actualidad solo tres de las 73 rutas de buses están cubiertas de forma directa por la Fuerza Nacional de Seguridad al Transporte Urbano (FNSTU)
