TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El asesinato de Brayan Fernando Díaz Merlo, alias “El Rapidín”, de 19 años de edad, frente a uno de los portones de ingreso a la Casa Presidencial, está siendo investigado por equipos especiales de la Policía Nacional.
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El crimen ocurrió a eso de las 8:30 de la noche del miércoles en el retorno del bulevar Juan Pablo hacia el bulevar Suyapa, donde al joven le infirieron alrededor de veinte disparos con pistolas nueve milímetros y fusiles calibre 5.56 milímetros.
El subcomisario Cristian Nolasco, vocero de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), explicó que se realizan las investigaciones correspondientes para determinar “si los criminales envían un mensaje a la Policía Nacional por la implementación del estado de excepción a través del PCM-01-2023, un mensaje a las autoridades de Casa Presidencial que se encuentra a pocos metros de donde ocurrió el crimen o fue algo circunstancial, porque la zona es oscura y no hay sistemas de cámaras de seguridad”.
Brayan Fernando Díaz Merlo era un estudiante del nivel secundario y estaba residiendo en la colonia Los Pinos.
Hace algunos meses residió en la colonia El Pedregal de Comayagüela, de donde se había mudado, según las investigaciones relacionadas a la muerte violenta. Informes preliminares establecen que Díaz Merlo había salido en horas de la tarde de su casa a visitar a su novia que reside en la colonia Villeda Morales, y de allí no se volvió a saber nada de él.
Personas desconocidas le colocaron aros de presión, conocidos como chachas en los puños y lo asesinaron en la orilla de la calle a inmediaciones de la sede del Poder Ejecutivo.
Después de cometer el crimen, los sicarios le colocaron un rótulo en el que se podía leer: “Esto te pasa por sapo”, mensaje que según el vocero de la DPI “podría ser un distractor para entorpecer las investigaciones”.
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El cuerpo de Brayan Fernando Díaz Merlo fue ingresado a la morgue de Medicina Forense en calidad de desconocido debido a que no portaba tarjeta de identidad, pues no había solicitado el Documento Nacional de Identificación.
Fue hasta la mañana del jueves que los familiares llegaron a reconocer el cadáver y con una partida de nacimiento y análisis odontológicos que se determinó la verdadera identidad del joven que fue asesinado.
Los parientes, muy consternados, retiraron el cadáver y lo trasladaron a la ciudad de Danlí, El Paraíso, de donde era originario, para ser velado y luego sepultado.
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