TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Con su corazón lleno de angustia y sus mejillas de lágrimas, el padre y la hermana de Ana Lizeth Hernández Cantillano continuaron pidiendo a las autoridades que se realice una autopsia a su cuerpo, para poder determinar la causa de su muerte.
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La joven de 32 años fue reportada sin vida el pasado 19 de marzo al interior de la vivienda que compartía con su esposo en la colonia Villa Foresta, ubicada al sur de la capital de Honduras. Su pareja sentimental, Allan Antonio Franco Méndez, habría dicho que la mujer se infirió un certero balazo en la cabeza, pero la familia de Ana cree que se trató de un femicidio.
Sin embargo, aunque el cadáver de la fémina fue ingresado a la morgue de Tegucigalpa, aún no se sabe cuál de las dos versiones es la correcta, ya que los empleados de este centro se mantienen en protesta desde hace varias semanas, exigiendo mejores condiciones laborales y como medida para presionar a las autoridades de gobierno, el personal ha optado por no acudir a realizar los levantamientos de los cadáveres y tampoco realizar necropsias.
Ante esta situación, la familia de la malograda mujer clama para que se haga una excepción en el caso, o en su defecto, permitan que el cuerpo sea retirado de la morgue y sea llevado a la morgue del Hospital Escuela, donde se han ofrecido a ayudarles para determinar lo ocurrido y que de esa forma, se le pueda dar sepultura después.
“Como mi hija es un caso especial, a veces pienso que se están tirando la pelota entre todos para ver quién se gana el trofeo y yo lo que pido es que le hagan la autopsia para saber la verdad”, dijo con su voz desgarrada Matías Hernández, el padre de la joven.
"No fue suicidio, por eso estamos a la espera de que le hagan la autopsia debidamente y de forma legal”, dijo de su lado una hermana de la fallecida.
La muerte de Ana Lizeth
La población se consternó cuando se informó sobre la muerte de la mujer, quien habría sido hallada sin vida en la casa que habitaba con su esposo, quien es un miembro activo de las Fuerzas Armadas. El hombre les dijo a los parientes de la mujer que tuvieron una pequeña pelea, que él salió de la casa y ella se suicidó.
Sin embargo, el progenitor de la víctima asegura que ella no tenía razones para quitarse la vida y que es su pareja el principal sospechoso del supuesto asesinato, pues siempre se caracterizó por ser autoritario y violento con ella.
El mayor de artillería se encuentra detenido debido a que en la vivienda encontraron municiones de distintos calibres, armas y otras evidencias, por lo que enfrenta el delito de portación ilegal de armas, pero no por cargos relacionados a la muerte de la joven, pues al no existir una autopsia no se le puede acusar por este hecho.
Por su parte, Cristian Nolasco, vocero de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) dijo que se realizan las investigaciones del caso pero se esperan los resultados de la autopsia para determinar si se trata de un homicidio o por el contrario un suicidio.
