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Los mejores chistes de la semana

Dos borrachos están en un velatorio y ven entrar a un viejito de unos 80 años en silla de ruedas. Entonces uno le dice al otro: –¿Sabés cómo le dicen al ancianito? –No, ¿cómo le dicen? –“Película a estrenar”. –¿Por qué? –Próximamente en esta sala

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31.08.2018

TEGUCIGALPA, HONDURAS

-Doña Carmen ¿cómo le va con el audífono nuevo que le puse?

-Muy bien doctor, ahora oigo estupendamente.

-¿Y su familia qué dice?

-No les he dicho nada todavía, pero ya he cambiado el testamento cuatro veces.

Un señor de 80 años se casa con una chica de 20. En la noche de bodas están en la cama y no le funciona el pirulín. Este preocupado va al médico a preguntarle el por qué.

El médico no sabía cómo decirle que su época ya había pasado y le dice: Mire caballero, los hombres cuando nacemos tenemos 4,000 cohetes y usted por lo que se ve ya los ha gastado todos.

El viejo resignado se va a casa y se pone a sacar cuentas: Por la mañana se presenta y le dice: Mire doctor, respecto a lo que me dijo ayer acerca de los cohetes, con mi primera novia gasté 300 cohetes, con mi primera esposa 1,300 y con mi segunda esposa gasté 2,000. O sea ¡Todavía me faltan 400 por gastar!, El doctor le dice: y los que le explotaron en la mano, ¿Ya los contó?

Un tartamudo llega a comprar un elote y dice:

-Me me me me meee me ee da a a un e e elo elo eloo elote...

Y le dice el que vende los elotes:

-¿Con mantequilla, joven?

-Si si si si siii siiii si sii sssi si si si si si si si si siiii si si si si sii sii siiiii si si siiii siiii siii siiiii si si si... sin mantequilla...

-¡Ah, no joda! Yo ya le eché...

Venancio, de 70 años, se casa con Matilde, de 30 años, y le pregunta a su gran amigo José: -¿Cómo me veo al lado de este monumento de hembra?

-Bueno… ¡como la oreja del toro!

-¿Cómo es eso?

-Lejos de las nalgas y cerquita de los cuernos.

-Bendígame padre, porque he pecado. He estado con una chica ligerona.

El cura preguntó:

-¿Eres tú, Pepito?-.

-Sí, padre, soy yo.

-¿Y quién es la chica con la que estuviste?

-No le puedo decir, padre, no quiero arruinar su reputación.

-Bien, Pepito, estoy seguro de averiguar su nombre tarde o temprano, por lo que deberías decírmelo ahora: ¿Fue Tina Pérez?

-No puedo decirlo.

-¿Fue Teresa Blanco?

-Nunca lo diré.

-¿Fue Nina Herrera?

-Lo siento, pero no puedo nombrarla.

-¿Fue Cathy Moreno?

-Mis labios están sellados.

-Entonces: ¿Fue Rosa González?

-Por favor, padre, no se lo puedo decir.

El cura suspira en frustración y le dice:

-Eres muy discreto, Pepito y te respeto por eso, pero has pecado y debes cumplir una penitencia. No podrás ser monaguillo durante los próximos cuatro meses. Ahora vete y compórtate-.

Pepito regresa a su puesto y su amigo Pietro se le acerca y le susurra:

-¿Qué conseguiste?

-¡Cuatro meses de vacaciones y el listado de las más putas de la parroquia!

Dos borrachos están en un velatorio y ven entrar a un viejito de unos 80 años en silla de ruedas. Entonces uno le dice al otro: –¿Sabés cómo le dicen al ancianito? –No, ¿cómo le dicen? –“Película a estrenar”. –¿Por qué? –Próximamente en esta sala.

El amigo va a la funeraria a darle el pésame a su amigo por la muerte de su padre. Este lo encuentra parado al lado del féretro y le dice: Lo siento. Y el amigo le contesta: ¡No, déjalo acostadito como está, por favor!

Te sabes ese del tío que montó una lavandería al lado de un convento,
y para hacer propaganda fue un día a hablar con la madre superiora y le
preguntó sonriendo si tenía algún habito sucio.

-Mamá, tengo dos noticias, una buena y una mala.
-Primero la buena, hija.
-Pasé una prueba.
-Muy bien, ¿y la mala?
-Que era un test de embarazo...

Marcelo estaba trabajando, cuando su jefe va y le pregunta:
-¿Oiga, no piensa ir al velatorio de su suegra?
Y él le contesta:
-No jefe, primero el trabajo, después la diversión...

Tres generales, un americano, un ruso y un indio, están en un barco presumiendo de lo valerosos que son sus hombres. El general americano llama a uno de sus soldados y le dice : –Tírate al agua, nada alrededor del barco y vuelve.

El soldado americano, sin pensárselo dos veces, se tira de cabeza al agua, nada alrededor del barco y vuelve a subir.

Entonces el general americano le dice a los otros dos generales: –¿Esto es valor o qué? Pero el general ruso no se deja impresionar, llama a uno de sus soldados y le dice: –Tírate al agua, da veinte vueltas al barco buceando y caza un tiburón con tu cuchillo.

El ruso se lanza al agua inmediatamente y, sin asomarse a respirar, da las veinte vueltas al barco y luego mata con su cuchillo a un pobre tiburón que pasa por allí; cuando vuelve al barco con el tiburón, el general ruso le dice a los otros dos: –¿Esto es valor o qué? Entonces el general indio llama a uno de sus soldados y le dice: –Te vas a tirar al agua haciendo el salto del ángel, vas a bucear hasta el fondo del mar mientras das mil vueltas alrededor del barco, vas a buscar un barco hundido con un tesoro, y mientras te lo traes aquí vas a matar veinte tiburones con tus manos desnudas.

El soldado indio le contesta: –Oiga, ¿y por qué no manda usted a su madre ? El general indio se vuelve hacia los otros dos generales y les dice con un cara rebosante de orgullo: –¿Esto es valor o qué?

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