Los medios de prensa internacional informan que el “gobierno de Estados Unidos asegura disponer de múltiples pruebas –fotos, videos, conversaciones de funcionarios del régimen, imágenes de satélite, declaraciones de testigos presenciales, informes médicos y de organizaciones no gubernamentales, datos de servicios de espionaje-, algunas de las cuales no pueden ser expuestas al público por razones de seguridad, que “demuestran con alta confianza que el gobierno sirio perpetró el ataque contra elementos de la oposición en las afueras de Damasco el 21 de agosto”.
Agregan los cables que “la información de la que dispone EE UU le ha permitido calcular que en el bombardeo de la pasada semana murieron 1,429 personas, entre ellas 426 niños. Ninguno de ellos sufrió cortes o amputaciones. Todos presentaban, según los testimonios recogidos sobre el terreno, quemaduras y otros “síntomas claros de haber sido sometidos a gases venenosos, incluido gas sarín”.
Estamos a las puertas de un nuevo conflicto global, a juzgar por la fuerte reacción de Estados Unidos y Francia, que han acordado mandar un fuerte mensaje al gobierno de Bashar al Asad. La prohibición del parlamento británico para que el gobierno del primer ministro David Cameron acompañe al de Estados Unidos en un ataque directo a Siria no solo es una de las variantes del actual conflicto con respeto a otros en Medio Oriente.
Pero ya el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha subrayado que el ataque realizado por el ejército sirio contra la población civil “es un desafío al mundo y el mundo tiene la obligación de responder”.
En este mismo tono ha reaccionado Francia. El presidente francés, François Hollande, explicó al diario Le Monde sus razones para apoyar una acción armada contra el régimen de Damasco: Yo no hablaría de guerra, sino del castigo de una monstruosa violación de los derechos humanos. Será un método de disuasión. No actuar sería dejar que hagan lo que quieran. La guerra civil en Siria se prolonga ya desde hace demasiado tiempo. Ha causado 100,000 muertos.
El régimen sirio, sin embargo, calificó hoy de “falsas” las pruebas presentadas por Estados Unidos sobre el uso de armas químicas y enfatizó que se basan en los datos de los activistas y de la oposición.
Una misión de expertos de las Naciones Unidas ha estado en la zona y prepara un informe sobre el uso de armas químicas contra civiles. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, igual que en otros episodios históricos, muestra sus diferencias y no hay unanimidad.